Lin Buxiu es un estudiante de tercer año en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan, cuna de la pandemia de coronavirus. Y fue precisamente el COVID-19 el que lo hizo pasar un difícil e insólito momento.

El joven de 22 años decidió ir a visitar a su familia en enero, durante las vacaciones de invierno, en la localidad de Taiyuan, en la provincia norteña de Shanxi. Pero nunca pudo volver.

La ciudad terminó con un bloqueo total, producto de la pandemia, generando su preocupación por un especial motivo: había dejado encerrada a una tortuga, que era su mascota.

“Solo planeaba estar fuera durante un mes, así que la dejé con suficiente comidan y agua para unas semanas (…) ¿quién sabía que la pandemia significaría no poder regresar durante ocho meses?“, dijo el estudiante al medio Asia Wire y que consigna Mirror.

Sólo pudo retornar meses después a su habitación en el campus, donde se percató de un horrible hecho: el animal había muerto de hambre y se había momificado.

El joven dio a conocer la historia a través de Douyin, la versión original china de TikTok, en donde compartió su dolor tras la terrible experiencia.

tortuga momificada
Tricking1998 / Asia Wire

Conserva sus restos

Solo lo había tenido durante unos cinco meses antes de dejarlo durante las vacaciones de invierno”, añadió de acuerdo al citado medio.

Asimismo, Buxiu manifestó que conserva los restos de su tortuga. “Guardo sus huesos en mi estantería, pero compraré un recipiente de vidrio para exhibirlo”, explicó, añadiendo si está dentro de sus planes hacerse con otra tortuga.

“No creo que vaya a tener otra tortuga como mascota mientras esté en la universidad”, sentenció.