En varias zonas del país ha iniciado el desconfinamiento progresivo, enmarcado en el plan ‘Paso a paso’ del Gobierno de Chile. Por lo mismo, son millones las personas que han vuelto a sus trabajos de manera presencial o están saliendo constantemente a la vía pública a realizar trámites o resolver asuntos postergados por meses.

En este contexto, es importante saber cuál es la forma de transporte más segura, además de caminar o andar en bicicleta, para moverse por la ciudad.

Tomar la micro, un taxi o el Metro son prácticas habituales en un escenario normal, pero evidentemente en ‘modo pandemia’ debemos tener en cuenta ciertos aspectos para reducir al máximo las posibilidades de contagio de COVID-19.

Para nadie es una sorpresa que, al menos en Santiago, los buses y el Metro son de los espacios que registran mayores multitudes durante el día, por lo que se consideran focos de contagio especialmente sensibles.

De acuerdo a un sondeo de la consultora Bare International, consignado por La Tercera, el 85% de los encuestados en Chile intenta utilizar los medios de transporte como micro y Metro menos de una vez a la semana, por el nivel de desconfianza que le provocan.

Es por eso que además de seguir las indicaciones de lavarse las manos constantemente, usar mascarilla e intentar mantener distancia física en estos medios, también existen otros consejos proporcionados por expertos y citados por el diario en cuestión.

Dicho esto, el tren subterráneo es el medio de transporte menos seguro para moverse ya que no tiene ventilación, lo que es clave en el contagio, más allá de las medidas sanitarias específicas que allí se tomen.

El matutino indica que según un grupo de 239 científicos, el Sars-CoV-2 no solo se contagia por gotículas que se expulsan al hablar o toser, sino que también por partículas que quedan suspendidas en el aire por varias horas, especialmente en lugares cerrados con poca ventilación, como el Metro.

Una evaluación que comparte Leonardo Basso, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) de la U. Chile, quien indica que si bien la micro y el Metro en hora punta están congestionados, en este último es poco lo que se puede hacer. “Ambos están muy a capacidad y en el caso del metro en el corto plazo no hay cómo hacer mucho más. Las frecuencias son las máximas y no caben más carros en los convoyes“, comenta.

Con los buses, en tanto, sí se puede hacer algo más. “Si es que se protegiese a los buses de la congestión que causan los autos, mediante las pistas solo bus, entonces podrían andar mucho más rápido y eso permitiría aumentar la frecuencia porque cada bus daría una vuelta mucho más rápido que antes“, agregó.

Además, se pueden ventilar ya que todos tienen al menos unas ventanas pequeñas para que entre el aire.

Francisca Guzmán, directora de la carrera de Data Science U. Mayor, coincide en que el Metro es un lugar complejo porque no solo hay mayor interacción en los carros, sino que en las mismas estaciones dado que la movilidad aumenta. “En el transporte público es probable que un infectado tenga la capacidad de dejar aerosoles suspendidos en un radio mayor a un metro y por más tiempo en el aire que en otros espacios”, comenta.

En el caso que no se puede prescindir de este medio, evite entonces ubicarse cerca de personas que hablen o rían; si no es extremadamente necesario es mejor no sentarse y ubicarse cerca de la puerta o una ventana, ya que pueden tener un poco más ventilación, claro que si en ese espacio se junta mucha gente, el consejo más importante es evitar la aglomeración.

Si te resulta imposible no tomarte del pasamanos, un consejo puede ser usar guantes desechables o bien aplicarte alcohol gel inmediatamente después.

Por último, evita comer durante el viaje y también manipular el celular, recuerda que este útil aparato también es uno de los más contaminados que usamos a diario.