Un estudio realizado en Australia y Corea concluyó que la carne asada puede ser perjudicial para la salud, debido a que aumenta un componente proteico que causa enfermedades cardíaca, complicaciones a la diabetes y accidentes cerebrovasculares.

Una investigación que pretende llamar la atención sobre la forma de cocción de las carnes rojas y mantener un consumo moderado de ellas.

Cuando la carne roja se arrebata a altas temperaturas, como cuando se asa a la parrilla o se fríe, se crean unos llamados productos finales de glicación avanzada, que cuando se consumen pueden acumularse en el cuerpo e interferir con las funciones celulares normales“, explicaron los autores del estudio publicado en la revista Nutrients.

Para realizarlo, se analizaron los impactos de dos dietas: una rica en carnes rojas y granos procesados, y otra, alta en lácteos, granos integrales, legumbres y carnes blancas, utilizando métodos de preparación al vapor, hervido, guisado y asado.

¿Qué concluyeron? Que las dietas ricas en carnes rojas aumenta los niveles de glicación en la sangre (o niveles de azúcar en la sangre), que contribuye a la progresión de enfermedades degenerativas.

El mensaje es bastante claro: si queremos reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, debemos reducir la cantidad de carne roja que comemos o ser más considerados sobre cómo la cocinamos“, explicó el cardiólogo, Hernán Provera, a Todo Noticias.

De acuerdo al especialista, la ingesta recomendada de carnes roja es de 3 a 4 raciones semanales. “Cada una de 100 a 125 gramos”, indicó.

Y agregó: “Freír, asar a la parrilla y dorar pueden ser métodos de cocción preferidos de los mejores chef, pero esta podría no ser la mejor opción para las personas que buscan reducir su riesgo de enfermedades. Las comidas cocinadas a fuego lento podría ser una mejor opción para la salud a largo plazo”.