Amor en tiempos de pandemia, sería un título perfecto para la historia de Camila Baldasso y Collin Ouellette, dos jóvenes estadounidenses de 17 y 19 años respectivamente.

Lo anterior, ya que el COVID-19 intentó interponerse en su relación, cuando ambos fueron a hacerse el examen. Los dos habían tenido contacto con una persona contagiada con el nuevo coronavirus. Primero fue él quien salió de la duda: negativo.

Pero su pareja no corrió con la misma suerte, puesto que, a pesar de no presentar síntomas, arrojó positivo.

Camila quedó afligida con la noticia. “Estaba triste de que no pudiéramos vernos, pero me dijo que estaría ahí para mí todo el tiempo”, dijo contó la adolescente al Daily Mail.

Y lo decía literalmente. Collin no encontró nada mejor que sentarse fuera de su casa, justo al frente de su ventana, diariamente, para que pudieran pasar tiempo juntos, a una distancia segura, mientras ella se recuperaba.

Y el joven nunca rompió su promesa. Se sentó afuera del domicilio, de su novia, ubicado en Texas, todos los días durante una hora o dos, mientras realizaban diferentes actividades para entretenerse, manteniendo comunicación a través de aplicaciones digitales.

“A veces me sentía mal”

Cenábamos juntos cuando él se sentaba afuera algunas noches y la mayor parte del tiempo solo hablábamos. Él me contaba cómo fue su día y una noche buscamos preguntas para hacernos y cada uno de nosotros respondió alrededor de cien”, contó Camila al citado medio.

Pero no todo fue agradable, ya que debido a su decidido actuar sufrió algunos imprevistos. “A veces me sentía mal, porque estaba sentado bajo una ligera lluvia o siendo devorado vivo por mosquitos, pero él decía que valía la pena“, contó la adolescente.

Final feliz

Pero la historia tuvo un final feliz. Después de diez días de recuperación, Camila finalmente dio negativo y llamó a Collin para avisarle, quien se puso contento con la noticia. Fue a casa de su polola ese mismo día.

‘Cuando se detuvo en el camino de entrada, lo primero que hice fue darle el abrazo más grande del mundo“, confesó la joven, quien calificó esos días como duros y emocionales.