Si alguien le hubiera contado a Mariano Heller lo que iba a vivir, probablemente no lo hubiera creído. Este abogado argentino tuvo que asistir el parto de Fátima Noriega, su pareja, en su propia casa.

“Resulta que yo estaba plácidamente viendo Los Sopranos y a las 12:22 AM, Fátima me dijo que estaba teniendo unas contracciones un poco fuertes“, escribió el hombre en Twitter, plataforma en donde contó toda la historia y que fue seguida por miles de personas.

A partir de ahí, a Mariano sólo lo embargaron los nervios y el susto, aunque logró mantener la calma en la medida de lo posible. “Le dije que se relaje, que seguro que se estaba acomodando, pero que vaya calculando el tiempo de las contracciones con una aplicación que habíamos bajado”, redactó.

Pero fue la aplicación la que le dio una preocupante respuesta: “Prepárese”, por lo que el nacimiento de Martina era inminente y no había tiempo de llegar a un recinto asistencial.

El improvisado asistente de parto contó que se fueron a una habitación de la casa, mientras Fátima le decía que llamara a una serie de personas, datos que él retuvo a medias. “Yo estaba absolutamente desesperado. Por suerte, y milagrosamente, no paralizado”, continúa describiendo la caótica situación.

“Llamé primero a la partera y le conté como pude la situación. Esta chica Paula, quién creo merece al menos un premio Nobel, intentó calmarme y me dijo ‘pásame con Fátima’. Intenté y ella retorcida de dolor me gritó ‘NO PUEDO AGARRAR EL TELÉFONO’”, explicó.

Llegada del bebé

Heller contó que Fátima comenzó a gritar “está saliendo”, por lo que fue en ese momento que tuvo la completa certeza de que debía ser él quien trajera al mundo a la bebé.

“Veo en ese momento que empieza a salir una cosa (… ) era la cabeza recubierta por alguna sustancia que no quisiera volver a ver nunca más en mi vida”, relata en su tragicómica experiencia.

Cuando ya vio a la menor asomarse, le surgió una nueva duda: no sabía si sacarla o dejarla salir sola, interrogante que se la aclaró Fátima entre los dolores: “Va a salir sola”, dijo ella. Y así fue.

“Yo quería saber si respiraba, si estaba bien. Por suerte a los pocos segundos se puso a llorar. Paula nos felicitó y dijo que llamemos a emergencias”, contó Mariano, que calificó el parto como “una epopeya que me quitó no menos de 8 años de vida”, pero que consiguió volverse viral.