Miryam Cardilli es una mujer de 61 años, que ha dado que hablar en los últimos días, no sólo en Boulogne, provincia de Buenos Aires en donde vive, sino que en toda Argentina.

Y es que luego de perder a su madre a inicios de los años 2000, comenzó a realizar labores sociales enfocadas en las personas de la tercera edad, en la provincia de San Isidro.

Y justamente haciendo estos trabajos es que conoció a Delia, de 93 años, en un asilo de ancianos, momento en el que comenzaron a generar una estrecha amistad.

Pero durante el año pasado, la longeva mujer comenzó a presentar preocupantes problemas de salud, por lo que requería mayores cuidados y su hijo no podía dedicarse full time a ella. Fue así como contactó a Cardilli.

“La noté desmejorada: había perdido autonomía, abandonó la lectura y no podía comer sola”, dijo la cuidadora a Infobae, por lo que tomó una drástica decisión: se la llevó a vivir con ella. “Fue un acto que me salió del corazón. Lo conversé con su hijo y él aceptó”, cuenta al citado medio.

Evidente mejoría

Cuando llegó acá comía todo procesado porque no podía tragar. Con los días fue mejorando. Ahora, además de incluir algunos sólidos, recuperó la fuerza así que se alimenta por sus propios medios”, afirmó Cardilli, quien le preparó una habitación con su cama ortopédica.

“Delia tiene mucha personalidad y es muy dulce”, dijo Cardilli, quien también reflexionó acerca del cuidado de personas mayores. “Muchas veces dejan de llamarlos por sus nombres y les dicen ‘abuelo’ o ‘abuela’. Es clave respetar su identidad”, explicó.

Cuidar adultos requiere de paciencia y de brindar contención, ya se desde la escucha, la mirada o sosteniendo una mano. Siempre hice este trabajo fuera de casa. Hoy lo estoy haciendo desde mi domicilio porque me anticipé a la pandemia”, agregó.

Y todos estos cambios al parecer han surtido efecto en la salud de Delia. “Los cambios fueron notables: pasó de pesar 35 kilos a cerca de 60, su problema coronario se estabilizó y comenzó a realizar ejercicios para sus piernas. Creo que el ambiente donde vive, la atención personalizada y sobre todo el gran amor fueron las claves para que se recupere” contó Miryam al diario Clarín.