El 8 de febrero de 2003 es una fecha que Mónica Serrano García y Castor Serrano no olvidarán jamás. Fue aquel día cuando su pequeña hija, Mónica Milagros Serrano, desapareció sin dejar rastro.
La pequeña de tan sólo un año y medio se encontraba jugando en el patio de su casa en Vista Alegre, distrito de Arraiján, en Panamá, cuando fue vista por última vez. Ellos inmediatamente pensaron en un secuestro.
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“Apenas aprendía a caminar y eso permitía que nosotros no pudiéramos decir que la niña se había ido sola“, explicó el padre al noticiero Telemetro Reporta y que consignó el medio local Mi Diario.
Desde entonces, con angustia comenzaron una frenética búsqueda, que 17 años después, ha resultado infructuosa.
Lo primero que hicieron fue acudir al Gobierno, pero los progenitores reconocieron que la mayor ayuda la brindaron otras organizaciones, como Bomberos y la Cruz Roja.
“La pesquisa no fue efectiva, ya que no había suficiente interconexión entre las personas y su equipo de comunicación. Fue muy difícil”, agregó Castor Serrano al citado medio.
Con el tiempo, las autoridades dieron con algunos sospechosos del rapto de Mónica, que actualmente tendría 18 años, pero nunca hubo una prueba fehaciente acerca del paradero de la niña. Lo más relevante de las declaraciones fue una confesión respecto a que habían secuestrado a la niña para venderla, pistas que nunca condujeron a nada concreto.
Una luz de esperanza
En 2009, se informó de una niña con rasgos muy parecidos a Mónica Serrano en Ecuador, lo que generó la ilusión de la familia, pero finalmente descubrieron que, a pesar de ser panameña, no se trataba de ella, luego de realizar pruebas de ADN.
Tras no obtener resultados, la familia decidió cambiar de estrategia, por lo que echaron mano al método de Las Madres de Plaza de Mayo, organización argentina, creada en 1977 por familias de los niños desaparecidos en la dictadura argentina, que consiste en que ellos puedan “encontrarse” por sí mismos, con la información que brinda la familia.
Por ejemplo, la madre de la menor perdida escribió un libro titulado ‘Volveré a abrazarte Mónica’, testimonio en donde cuenta su desgarradora experiencia. “El sexto sentido nuestro nos indica que está viva y que hay que buscarla y que ella también pueda encontrarse”, comentó su padre en televisión.
Nueva desilusión
Hace sólo unos meses el nombre de Grifina López cobró relevancia en Panamá, ya que podría tratarse de Mónica Serrano, pero tras varias semanas de especulaciones, finalmente otro examen de ADN arrojó que no tenía vínculo, señala La Estrella de Panamá.
A pesar de estas desilusiones, los padres de Mónica no bajan los brazos en volver a abrazar a su hija. “Hasta ahora no nos hemos desmayado, tenemos que sobrevivir, pagar deudas, tenemos hijos, otros problemas (…) Si esta generación de familia no encuentra a Mónica estaremos preparando a la próxima para que algún día se sepa la verdad de lo que pasó”, cerró Castor.
