Otoño de 1987. Elaine Dardeen, embarazada de siete meses, se encontraba sola con su pequeño hijo Pete en su casa rodante en Ina, perteneciente al estado de Illinois. Su pareja, Keith, no estaba con ellos en ese momento.

Más tarde, la mujer sería atada, amordazada y golpeada de forma salvaje hasta la muerte, aparentemente con un bate de béisbol, misma suerte que corrió su hijo.

Pero lo más macabro del homicidio fue que debido a la fuerte golpiza que sufrió Elaine, dio a luz a su hija de forma anticipada, pero el asesino también le quitó la vida a la bebé con brutales golpes. Más tarde limpió la escena del crimen y metió a todas sus víctimas en la cama.

De inmediato Keith, desaparecido en un comienzo, se alzó como el principal sospechoso, pero fue descartado cuando dieron con su paradero: apareció con disparos en la cabeza y sus genitales mutilados a 18 kilómetros al sur de donde falleció su familia.

El asesinato

El horrendo crimen de la familia Dardeen quedó al descubierto luego que Keith se ausentara en el trabajo sin previo aviso.

Además, sus cercanos se percataron que nadie contestaba los llamados en casa, lo que motivó al padre de Keith ir hasta el domicilio de su hijo, acompañado de dos agentes de policía, en donde encontraron a Elaine sin signos vitales junto a sus hijos sobre la cama.

Y si en los últimos años ya se habían registrado una serie de crímenes que tenían nerviosos a los habitante de Illinois, el trágico fin de la familia Dardeen generó una histeria masiva, haciendo que la gente comenzara a asistir al trabajo armados con escopetas y pistolas.

“Es como un agujero en la psique de las personas que debe cerrarse”, decía Tom Vinger, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas en una antigua publicación del medio Chicago Tribune. “Realmente ha tocado un nervio en todo el país”, agregó.

¿Culpable?

Fue la madre de Keith, Joeann, quien comenzó una ardua investigación con las autoridades para dar con el culpable de la muerte de su hijo y su familia. Fue así como incluso consiguió llevar el caso hasta el prestigioso programa America’s Most Wanted, aunque no consiguió ninguna pista, algo que se mantuvo por años.

Pero fue recién a comienzos del 2000 en que los familiares de los fallecidos comenzaron a obtener algunas respuestas, luego que Tommy Lynn Sells, un asesino en serie, confesara diversos crímenes.

Uno de ellos fue el de los Dardeen, aunque sus incoherentes testimonios no daban la seguridad de que efectivamente haya sido él quien perpetró los hechos ocurridos 13 años antes. Por ejemplo, el condenado por otro homicidio dijo que conoció a Keith en una parada de camiones y, luego, que fue en un salón de billar.

Hasta hoy no se sabe realmente si Sells fue el autor de este hecho, pero lo cierto es que fue ejecutado en 2014, tras ser hallado culpable de matar a puñaladas a una joven de 13 años en 1999, consignó la BBC. Sus contradictorias versiones generaron controversia y poca credibilidad no solo en los detectives, sino que en los cercanos a las víctimas, quienes han tenido que vivir en una verdadera incertidumbre.