Justo en el Domingo de Resurrección, diversas lecturas se recuerdan de la Biblia sobre los últimos días de vida de Jesús y su posterior regreso de la muerte. Muchos desconocen que también existen algunos textos llamados ‘apócrifos’, que son los evangelios que no fueron incluidos en el libro sagrado del Cristianismo.
Uno de ellos es el ‘Evangelio de Judas’, que cuenta detalles inéditos sobre su rol de discípulo, haciendo especial énfasis en su papel dentro de la Pasión de Cristo. Estos versículos se reúnen en 26 páginas, que posicionan a Judas como el apóstol favorito, algo bastante diferente a la historia tradicional.
Recordemos que él era considerado el gran traidor del ‘Hijo de Dios’, y que lo entregó a las autoridades romanas solo por codicia y envidia. De hecho, producto de esto, se ahorcó debido a su remordimiento. Sin embargo, estos fragmentos hallados en 1945 por unos campesinos en Egipto, dicen algo distinto.
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Según detalla el portal National Geographic, este texto da giros reveladores en torno a la historia de Jesús. De hecho, uno de los pasajes claves revela un diálogo entre Jesús y Judas: “Tú sacrificarás el cuerpo en el que vivo”. Los expertos definen esto como una orden literal de entregarlo al emperador romano.
El experto en la Biblia Marvin Meyer, de la Universidad Chapman explica que “el hombre en el que vive no es Jesús en absoluto. Por fin podrá deshacerse de su cuerpo, de su parte material, liberando así al Cristo verdadero, al ser divino que existe en su interior”. Por lo mismo se hablaría del rol fundamental de este discípulo.
De hecho, se agrega que al discípulo favorito le dice: “Tú los superarás a todos ellos (los otros discípulos). Porque tú sacrificarás el hombre que me reviste (…) La estrella que indica el camino es tu estrella”.
Un capítulo que no se menciona en los libros tradicionales, tiene que ver con un episodio donde se ve al ‘Mesías’ riendo y siendo sarcástico. En una parte se habla de él mufándose de ellos, y al ver que ninguno lo sigue y que solo Judas lo escucha, le dice: “Yo tengo conocimiento de quién eres tú y de dónde vienes. Tú vienes del inmortal reino de Barbelo (la Divina Madre de todo)”. Otro pasaje que revelaría la especial conexión entre ambos.
Si recordamos lo que dicen los evangelios canónicos de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, se menciona que Judas es un cobarde. Muy famosa es la escena en que entrega a Jesús: “¿Con un beso entregas al Hijo del Hombre?”, pero con este libro, Judas en realidad queda como el más leal de todos. Al entregar a Cristo, en realidad cumple con la misión que le encomendaron.
Por esto mismo, si se validara este texto ‘apócrifo’, la historia diría que la ‘traición’ no sería más que un acto de obediencia, así al menos lo asegura Craig Evans, profesor de Nuevo Testamento en el Academia Divinity College en Wolfville, Nueva Escocia.
Ahora la gran pregunta, ¿por qué nunca se ha considerado como un evangelio oficial? Porque pese a que se ha estudiado por años, aún no se sabe con certeza quién lo escribió, ni cuándo fue elaborado.
“Todavía se deberá probar si el ejemplar tiene la antigüedad que dice el traductor. Aún así, es evidente que no es un escrito de Judas, sino de alguien que en el siglo III o IV utilizó su nombre para dar fundamento a las enseñanzas de la secta gnóstica”, dice el biblista Luis Rivas, que trabajó con NatGeo.
Los actuales dueños de estas páginas, una fundación de Suiza, asegura que muchas instituciones se han disputado los textos para poder traducirlos con mayores detalles. De hecho, aún no se conoce exactamente su ubicación, pero se espera que en los próximos años regrese a Egipto para ser estudiado a cabalidad.
