Una insólita medida tomó la ciudad de Shenzhen, al sur de China, que prohibió a sus habitantes comer animales silvestres con el fin de impedir futuros virus como la actual pandemia por COVID-19.

Recordemos que el origen del coronavirus, que fue detectado por primera vez en diciembre del año pasado en Wuhan (centro de China), fue rastreado hasta un mercado de alimentos donde se vendían animales silvestres como los pangolines y civetas, además de los “convencionales” como pollo y pescado.

Y en el sur de China el consumo de animales silvestres es considerado más popular, según consigna Emol, pues se cree que las personas que comieron o trabajaros con ellos fueron los primeros contagiados de Shenzhen, y por consiguiente, los primeros en propagar el virus.

Es por ello que en Shenzhen se tomaron medidas de prohibición de forma permanente para el comercio y consumo de estos animales, una medida que el Gobierno central ya había emitido pero de forma temporal. Aunque autorizaron la cría de estos animales si es por fines medicinales.

Entre los animales silvestres que se prohíben se encuentran serpientes y lagartos, y por motivos “humanitarios” también se sumaron los perros y gatos.

Además, se multará a los que rompan la medida con 150 mil yuanes (un poco más de $18 millones de pesos chilenos), la que subirá dependiendo del valor de los animales decomisados.