Unas vacaciones a South Padre Island, una isla turística de Texas, ubicada en la frontera con México y Estados Unidos, tienen a un joven universitario de 21 años sin poder entrar a su casa.

Y es que hace dos semanas Matt Levine creyó que lo del coronavirus no era algo de lo que tenía que preocuparse y simplemente decidió ir a pasar sus vacaciones de primavera a este lugar con amigos, y a su regreso, a su natal Nueva York, se encontró con que su padre no lo iba a dejar entrar a la casa.

Hablé con él todos los días y le decía que quizás deberían volver. Yo estaba molesto, las noticias se ponían peor y peor y Matt me enviaba fotos con sus amigos reuniéndose en lugares públicos y escuchando música en vivo. Es el lugar donde no quieres estar”, relató el padre de Matt, Peter, al The New York Post.

Por su parte, Matt comentó que en la playa solo podían estar en grupos pequeños y tampoco podían llevar música. “A esa altura casi no había nadie en la isla. La policía parecía querer arruinar nuestro momento”, contó el universitario que a mediados de año termina sus estudios en gestión deportiva en el Springfield College de Massachusetts.

El momento dramático vino cuando el joven llegó con sus amigos al frente de su casa y su padre les negó la entrada. “Se bajaron del auto desde el aeropuerto y dije ‘quédense ahí, no avancen’. Los chicos estaban cansados y todavía les quedaba otro viaje de 2 horas y media (para llegar hasta la universidad)”, recordó el hombre.

Asimismo, le dijo a Matt y a sus amigos: “Amo a mi hijo, pero no van a dormir acá. Les dije ‘si alguno de ustedes quiere orinar, ahí hay arbustos’. Dos aceptaron la oferta“.

Eso sí, para no parecer tan desalmado, Peter alcanzó a guardar algunos víveres en el auto de su hijo, junto a un sobre con US$300. Lamentablemente, como ha pasado con varios planteles universitarios alrededor del mundo, su universidad suspendió clases y cerró el campus, por lo que Matt tendrá que vivir con sus amigos en otra residencia.

En junio, cuando termine los estudios, el joven pretendía volver a Nanuet, localidad donde reside su familia, pero sus padres lo ven difícil, dada la situación actual.