Oualid Sekkaki es -o era- un prisionero marroquí de una cárcel en la localidad de Turnhout en Bélgica, quien protagonizó una insólita situación, tras escapar de dicho penal.

El prisionero cumplía una condena de dos años, por su participación en un tiroteo en 2015, hecho donde una persona resultó herida. Sin embargo, el recluso logró huir del recinto penitenciario para trasladarse hasta Tailandia.

Y fue en dicho lugar desde donde Sekkaki envió una postal a los directores de la cárcel belga, con la leyenda: “Saludos desde Tailandia”, además de enviarles su chapa de prisionero, informó el medio HLN.

La policía ahora está investigando si la carta es genuina o si Sekkaki está tratando de desviar la atención de los investigadores para que no puedan dar con su paradero.

La pregunta es si el correo registrado realmente proviene de Tailandia y en realidad fue enviado por Sekkaki. “¿Porque un criminal fugitivo que puede viajar sin ser visto a Tailandia y luego traicionarse enviando un boleto?”, se preguntaron los medios locales.

Junto con lo anterior, el fugitivo tendría una “motivación” adicional para escaparse, ya que de esta forma podría ser exraditado a su país natal, Marruecos, donde ya lo buscan por participar en una red de narcotráfico.