El “ Ironman” es considerado una de las competencias deportivas más exigentes. La misma cuenta con una serie de etapas en la cual los atletas deben completar 3,86 kilómetros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42,2 kilómetros de carrera a pie, con un tiempo límite de 17 horas.
Edwina Brocklesbury es una abuela de cuatro pequeños, de 76 años, quien en este 2020 sumará su décima participación en este evento élite en Austria (julio), el cual ha logrado finalizar en seis ocasiones, por lo que es considerada una inspiración para la mayoría de las personas.
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A los 50 años decidió comenzar a correr. A esa edad, le comentó a su esposo Phil su deseo de asistir a una media maratón.
“Él se rió y se burló de que no pasaría las primeras cuatro millas. ¡Bueno, una vez que él dijo eso, yo tenía que probar que estaba equivocado!”, confesó Edwina, en entrevista con el medio The Mirror.
Rápidamente fue atrapada por el mundo fitness, terminando su primera carrera y conociendo nuevos compañeros en su naciente pasión.
Lamentablemente dos años después su fiel amor partiría debido a que perdió su batalla contra el cáncer: “Hubo suficiente tiempo para despedirnos y para que me dijera las cosas importantes de la vida, ¡como por ejemplo, dónde estaba la llave de paso!”, dijo.
Correr se convirtió en una terapia para superar esos tiempos difíciles, luego de la muerte de su esposo: “En realidad, encontré que el ejercicio era más útil que las sesiones de asesoramiento de duelo a las que asistí. Me dio una sensación de orden, propósito y logro, además de ser parte de una comunidad amigable. Y me dio energía, el deporte es maravilloso para eso”, comentó.
Anécdota
En 2003, tuvo un incidente durante una carrera de larga distancia; la mujer originaria del Reino Unido, cayó sobre la acera lastimándose su dentadura.
“Había alguaciles y miembros de la multitud todos buscando mi diente. Una vez que lo encontraron, me lo entregaron en una bolsa de plástico. ¡Nadie pudo creer lo que veían sus ojos, cuando simplemente agarré la bolsa y seguí corriendo!”, contó entre risas.
Al terminar fue trasladada al Hospital de Guy, donde los dentistas la atendieron, asegurando que perdería el diente en menos de un año. “Pero duró otros 16. Eventualmente podría recibir un implante, pero por ahora solo me meto un diente falso si me sacan una foto”, explicó.
Récord
Con 66 años y en plena jubilación se convirtió en la persona más longeva en completar un ‘Ironman’(en Lanzarote). Para festejarlo se hizo un tatuaje sobre su tobillo derecho.
Brocklesbur es un ejemplo vivo de que envejecer no significa disminuir la velocidad: “Llegué al deporte tarde en la vida, pero desde entonces me di cuenta de sus muchos beneficios: te hace más saludable y es sociable, lo que es muy importante para el bienestar mental”, destacó.
En el año 2013 fundó la organización benéfica ‘Silverfit’, para promover el acondicionamiento físico, ofreciendo ejercicios para los mayores de 45 años.
“Ahora hemos tenido 53,000 asistentes, lo cual es increíble. Intentamos y ofrecemos las sesiones de forma gratuita. Incluso nuestras sesiones de pago nunca cuestan más de £3 (3.100 pesos chilenos), ya que no queremos que la asequibilidad sea una barrera para la participación. Nuestro mensaje central es que nunca es demasiado tarde para comenzar a hacer ejercicio”.
Su labor fue galardonada con el premio “Socios Comunitarios”, en diciembre del año pasado.
Además informó que ha escrito un libro sobre su experiencia: “Es la historia sobre mi vida llamado Iron Gran (Abuela de hierro), pero uno de mis nietos bromeó que realmente debería llamarse Mad Gran (Abuela loca) porque está un poco loco, ¿no? ¡Ser una anciana que hace triatlones!,” sentenció.
