“Extraños me llamaban ‘vaca gorda cuando salía, y sientes que la gente te mira y te juzga. Llegué al punto de que no me gustaba salir. Solía quedarme en mi pequeña burbuja en casa. Evitaba ir a cualquier parte”.

El relato pertenece a Sarah Wass, una madre inglesa que dio un guro radical en su vida, luego de bajar 76 kilos, es decir, la mitad de su peso.

La decisión no fue fácil, pero la mujer reconoce que llegó a pesar 152 kilos, lo que comenzó a afectar su calidad de vida, ya que tenía problemas de desplazamiento y dificultades al respirar. Todo esto, producto del sedentarismo al que estaba acostumbrada y también a una mala alimentación, la cual consistía de frituras.

Fue su propia madre la que la motivó a hacer este cambio. “Mi madre comentó un par de veces, que no estaba tratando de ser cruel, pero que me compró un abrigo talla 26/28 (56 en Chile) y dijo ‘si engordas más no podrás encontrar nada que te quede bien”, señaló Sarah al medio británico Daily Mail.

Fue así como en sólo 18 meses logró algo que parecía muy difícil: dejó la comida chatarra, optó por alimentarse de forma saludable, ingresó a un gimnasio y se hizo el hábito de caminar 8 mil pasos diarios. ¿Cuál era el objetivo? Bajar 70 kilos para su cumpleaños número 30. Y lo consiguió.

Compré dos vestidos nuevos para mi cumpleaños; nunca antes habría podido usar un vestido. Habría estado en leggins y una camiseta holgada todo el tiempo”, sentenció Wass.

Sarah Wass
Sarah Wass
Sarah Wass
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