Tortura, asesinato y resistencia. De todo eso se le acusa a un joven de 19 años que asesinó a un sacerdote, el cual, presuntamente, habría abusado de él y también de su padre. Los hecho ocurrieron el pasado 4 de noviembre en la localidad de Agnetz, en el norte de Francia.

Para llevar a cabo esta supuesta “venganza”, el hombre, que trabaja realizando labores de limpieza en la casa de su víctima, le clavó un crucifijo en la garganta Roger Matassoli, religioso de 91 años, provocándole muerte por asfixia, según recoge el medio español La Vanguardia.

Lo cierto es que el cura ya tenía antecedentes por abuso sexual de al menos cuatro niños, entre los que figuran el joven de 19 años y su progenitor, entre los años 1960 y 2000.

No obstante, Matassoli fue apartado de sus labores en la iglesia en 2009, pero recién diez años más tarde que fue desvinculado de su cargo, luego de la declaración de dos de sus víctimas.

El cuerpo del sacerdote fue encontrado el mismo día del ataque, con signos de tortura, mientras que el joven fue capturado intentando huir con el coche del fallecido.

De acuerdo a los medios franceses, la policía investiga el caso como un acto de venganza, mientras que el imputado dice no recordar nada sobre cómo ocurrieron los hechos del 4 de noviembre.