Tras sufrir fuertes dolores abdominales, una niña de 3 años tuvo que ser internada de urgencia en el Hospital Pediátrico de Hunan, en una provincia del sur de China.

Al ser asistida el pasado miércoles, los especialistas le realizaron una serie de exámenes sin encontrar el origen del malestar. Por este motivo, decidieron tomarle una radiografía, que reveló una insólita situación.

La menor había tragado 37 bolitas magnéticas que le provocaron agujeros en el estómago, según consigna el medio FOX News.

Las lesiones fueron generadas días antes de este análisis, cuando los doctores de otro hospital le realizaron una resonancia magnética, provocando que las bolitas se unieran en forma de pulsera.

Luego de hallar estos pequeños objetos en su interior, los especialistas le practicaron una cirugía de emergencia para sacarlos y reparar el daño que habían hecho en sus órganos.

Cabe señalar que los familiares de la paciente, señalaron que las bolitas magnéticas pertenecían a su hermano de 12 años, y las habría ingerido días antes cuando sus padres estaban de compras.

“El fuerte magnetismo de los objetos implica que son capaces de atraerse entre sí a una distancia de hasta 20 centímetros”, detalló el doctor Li Yong, sobre estos objetos que pueden causar pequeñas úlceras o hasta graves infecciones en el organismo.