Gran consternación generó en abril pasado, el caso de una joven inglesa de 20 años que fue encontrada muerta en su habitación, tras seguir un dieta extrema para perder peso antes de irse de vacaciones.

Se trata de Lindsey Bone, estudiante de la Universidad de Sussex, quien había estado ayunando, tomando un suplemento de vinagre de manzana y consumiendo no más de mil calorías al día, según consigna el medio inglés Telegraph.

Estas cápsulas se publicitan como un “supresor natural del apetito” y un “suplemento para bajar de peso”, a base de manzanas destiladas y fermentadas.

Con respecto a la investigación, la forense Claire Rogers, visitó la habitación de la fallecida y encontró un diario de alimentos que contenía reglas de alimentación, como “no más de 1.200 calorías al día comer”, “carbohidratos sólo una vez al día”, entre otras.

Asimismo, el cuerpo de la joven fue examinado por la patóloga Dra. Catherine Guy, quien señaló que las pruebas arrojaron resultados “normales”, a pesar de que estaba consumiendo antidepresivos. “El único hallazgo positivo de los análisis de sangre fue un nivel de ácido ligeramente alto en la sangre“.

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“No estaba en un nivel que normalmente consideraríamos fatal, pero fue mucho más alto de lo habitual (…) El vinagre de manzana es un complemento alimenticio. No hay mucha información sobre el efecto que podría tener”, detalló la especialista.

En este contexto, señaló que el deceso de Lindsey era “misterio”, añadiendo que las únicas dos conclusiones, serían “causas naturales” o alguna reacción letal tras la mezcla de los suplementos con los antidepresivos. “Obviamente el vinagre es ácido y no sabemos cuántos estaba tomando a la vez”, precisó.

La madre de Lindsey expresó que su hija “era una persona maravillosa y fuerte (…) Quería ir a la universidad para honrar a su padre y hacer lo mejor que pudiera. Tenía tantos planes para el futuro y todo lo que quería hacer“.