Tos constante y una extraña sensación de debilidad, alertaron a Jayne Carpenter, una enfermera inglesa de 51 años. Si bien en un principio los médicos pensaron que se trataba de una neumonía, todo empeoró cuando la mujer entró en coma.

“Como enfermera pensé que era algo bastante trivial, así que no quería hacer un escándalo (…) Estaba tosiendo una flema de color oscuro. Estaba empeorando y solo pensé que era un virus“, relató la mujer al sitio inglés Metro, sobre la grave situación que enfrentó en 2016.

Tras una serie de exámenes, se determinó que la mujer sufría una sepsis, y si no se sometía a la amputación de sus piernas y brazos, podría morir. Los especialistas lucharon por mantener con vida a la mujer y finalmente perdió sus dos extremidades inferiores y una superior.

“Realmente he luchado, pensé que mi vida no podría mejorar más allá de lo que es en este momento”, expresó la enfermera que enfrentó una depresión tras experimentar este radical cambio en su cuerpo.

“Hubo tres ocasiones este año en los que estuve cerca de terminar con mi vida, ha sido horrendo”, confesó. “Es como un proceso de duelo, me he afligido por la vida que una vez tuve”, lamentó sobre por ejemplo, no poder nadar.

Jayne Carpenter | Facebook
Jayne Carpenter | Facebook

“No puedo ponerme mis propias joyas (…) Trato de hacer todo lo que puedo, pero tengo que pedirle a Robert (su esposo) que haga muchas cosas (…) Le dije: ‘Puedes alejarte’ y él respondió: ‘Me casé contigo no por tus brazos o piernas, sino porque te amo”‘, relató.

Jayne Carpenter | Facebook
Jayne Carpenter | Facebook

Cabe señalar que actualmente Carpenter debe recaudar más de 234 millones de pesos chilenos para una cirugía y un par de prótesis de última generación para sus piernas. “Me devolverá mi libertad e independencia”, admitió finalmente.