Los papás de Henry, un niño de cinco años oriundo del Reino Unido, jamás pensaron que las vacaciones que tenían planeado junto a su retoño en México terminarían con él padeciendo una peligrosa enfermedad.

Según contaron Amy y Matt Parkin-Low al Daily Mail, los padres del pequeño, se encontraban en un merecido descanso familiar en Cancún, México, cuando Henry comenzó con unos síntomas aparentemente inexplicables.

De acuerdo al relato de la pareja, todo habría comenzado después de que el niño consumiera un helado de limón preparado por el personal del resort, el cual, de acuerdo a ellos, no contenía “más que ingredientes naturales”.

No obstante, a los minutos de tomar su postre, el pequeño presentaba salpicaduras y manchas rojas en su boca, las cuales se trasformaron en ampollas al cabo de unas horas.

Asustados, los padres del menor hicieron las consultas correspondientes y llegaron a la conclusión de que se trataba de un caso fiebre aftosa. Sin embargo, con el paso de los días las marcas empeoraron: se enrojecieron y ardían al tacto.

Preocupados ante el aumento de los síntomas y tras una intensa búsqueda en Internet, Amy descubrió que su retoño estaba sufriendo el inicio de una extraña condición llamada “fitofotodermatitis”, la cual se produce por una reacción química entre la luz del sol, ciertos productos químicos de las plantas (generalmente limas) y la piel.

De acuerdo al Daily, Amy y Matt, durante el resto de sus vacaciones, trataron a su hijo con antibióticos. Tras volver a su hogar, lo llevaron ante el médico de cabecera de la familia, quien les recetó tratarlo con esteroides.

A pesar de que Henry aún tiene las manchas rojas en la boca y siente dolor, su médico le señaló que desaparecerían en su totalidad dentro de unos dos meses.