Airbnb es una plataforma que con el tiempo ha logrado gran popularidad entre viajeros que buscan hospedarse en espacios cómodos y probablemente más económicos que un hotel, sobre todo cuando son varias personas las que viajan.

En este contexto, quienes realizan la búsqueda de ese lugar ideal, se dejan llevar por la referencia de la ubicación y, obviamente, por las fotos que los dueños de la propiedad publican, pues es la única manera de hacerse una idea del espacio donde pasarán al menos una noche.

Lamentablemente, no siempre se puede confiar en lo que vemos, ya que aunque no nos mientan, quizá el ángulo desde el cual se tomaron las imágenes puede mostrar una panorama totalmente diferente al que más tarde nos encontramos en persona.

Algo así fue lo que vivió un hombre llamado Ben Speller, quien decidió arrendar a último minuto una vivienda por Airbnb en la ciudad de Ámsterdam, Holanda. Sin embargo, cuando llegó al lugar no se parecía en nada a lo que le habían ofrecido.

Según informaron medios locales, el hombre llegó a esa ciudad para ver el partido del Ajax contra el Tottenham, de la UEFA Champions League, por lo que quiso buscar un departamento económico pero cómodo, y lo que le ofrecieron en la plataforma sonaba ideal.

Por US$150 por noche, es decir, unos 100 mil pesos chilenos, Speller creyó haber encontrado una casa con inmejorable ubicación. No obstante, cuando llegó a la dirección indicada no lo podía creer. Lo que vio fue un contenedor industrial que en su interior tenía algunos colchones y un bañó químico.

engaño a turista en airbnb holanda
Captura

De acuerdo a su relato, cuando iba en el taxi hacia su destino, pasaron tres veces por el lugar y jamás imaginaron que efectivamente esa era la casa que había arrendado. “El taxista y yo pensamos ‘esto no puede ser’“, señaló.

Por las dudas, finalmente se bajó a comprobar la dirección y claro, era lo que le esperaba. “Abrimos la puerta y miramos dentro, cerramos la puerta y salimos. Luego el taxista me llevó a un hotel“, indicó Speller.

Cabe señalar que Ben pidió un reembolso al arrendatario por el engaño, a lo que él se negó, por lo que Airbnb tuvo que asumir la devolución de sus gastos de arriendo.