Según datos arrojados en el estudio realizado por el Sernac respecto a los detergentes, el 83% de la oferta nacional es en polvo, donde se detectaron grandes diferencias del nivel de tensoactivos, molécula que determina el poder de limpieza del producto.

En la investigación se determinó que el de mejor potencia es el Home Care, de la cadena Jumbo, a pesar de que no es de las marcas de mayor valor, como Omo o Drive.

Sin embargo, en el estudio se dejó fuera la otra opción: los líquidos, los que en sus comerciales prometen dejar la ropa más limpia y sin residuos, como los que son en polvo ¿pero es realmente así?

En entrevista con LUN, Diego Sierra, doctor de Ciencias Químicas de la Facutad de Ciencias de la Universidad de Valparaíso, explica que el formato no es lo que más importa al momento de escoger. “No importa cómo venga, los tensoactivos son el componente clave que define la limpieza y eso está en ambos formatos”.

Sin embargo, entre ambas opciones, la solución líquida tiene algunas ventajas que podrían ser determinantes. “Antes de lavar los detergentes deben activarse formando espuma. Este proceso es más rápido en los líquidos”, detalla Sierra.

La disolución de este tipo de detergente sería más favorable al momento del enjuague. “El sólido a veces queda entremedio de las fibras, por lo que requiere un enjuague más profundo”.

Por su parte el investigador del Instituto de Ciencias Médicas de la Universidad de Chile, Genaro Barrientos, agrega que “el que es en polvo es más difícil que se disuelva en agua fría, y utilizar agua caliente es más caro, además de dañar las telas y colores de las prendas”.

Independiente de la opción que se elija, también hay que considerar no solo cómo limpia, sino “también por el efecto ambiental porque todas esas toneladas de detergentes con tensoactivos se desgrada muy poco y son absorbidos por animales que viven en el agua y que luego consumen”, finaliza Barrientos.