Según una reciente investigación publicada en el American Journal of Infection Control, la revista de la Asociación de Profesionales en el Control de Infecciones y Epidemiología, las piscinas de bolas plásticas esconden una gran cantidad de gérmenes.

Este tipo de juegos que son utilizados tanto para terapias físicas como por mera entretención en espacios recreativos o restaurantes familiares, propiciarían la transmisión de gérmenes pues a menudo se encuentran contaminadas con suciedad visible como vómitos, heces u orina.

De acuerdo a este estudio liderado por investigadores de la Universidad del Norte de Georgia, a veces pueden pasar días o semanas sin que limpien las esferas, por lo que los micoorganismos se acumulan y crecen a niveles tan importantes que son capaces de causar infecciones en los niños.

Para trabajar en esta investigación, los autores examinaron seis piscinas de bolas ubicadas en clínicas de fisioterapia para pacientes hospitalizados y clínicas ambulatorias en el estado de Georgia, Estados Unidos. Allí se seleccionaron aleatoriamente de nueve a 15 bolas de diferentes profundidades.

Tras el análisis, se encontró una considerable colonización microbiana, incluidas ocho bacterias y una levadura que podría causar enfermedades. “Se descubrió que la colonización bacteriana es tan alta que se hallaron miles de células por bola, lo que demuestra claramente un mayor potencial para la transmisión de estos organismos a los pacientes y una mayor posibilidad de infección”, señala el estudio.

Encontramos una variación considerable en el número de microorganismos entre las diferentes muestras de bolas”, señala la investigadora principal del estudio, Mary Ellen Oesterle, del Departamento de Terapia Física, de la mencionada casa de estudios. “Esto sugiere que las clínicas utilizan diferentes protocolos para la limpieza y el mantenimiento, lo que potencialmente representa una necesidad más amplia de aclarar y establecer estándares que reduzcan el riesgo de transmisión”, agregó.

Fueron 31 especies bacterianas y una especie de levadura las que se encontraron en las esferas. Aquellas asociadas a los humanos son Enterococcus faecalis, que puede causar endocarditis, septicemia, infección del tracto urinario y meningitis; Staphylococcus hominis, una causa de infecciones del torrente sanguíneo; Streptococcus oralis, conocido por causar endocarditis, síndrome de dificultad respiratoria en adultos y shock estreptocócico; y Acinetobacter lwofii, asociada a septicemia, neumonía, meningitis e infecciones del tracto urinario y de la piel.