Sin duda pedir disculpas es un gran acto de nobleza y educación, más cuando has sido el responsable. Así lo entendió Debbie, una mujer estadounidense que protagonizó un violento enojo en un local de café.

La mujer no vivió un buen día, tras ir a un local de Starbucks, donde solicitó un café, y luego que el trabajador del lugar le hiciera saber que no tenía soportes para el vaso, ésta perdió el control, y no fue nada compasiva con el joven.

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Sin embargo, al día siguiente, y tras darse cuenta de lo errada de su conducta, regresó al lugar, donde le dejó una emotiva nota al joven que la había atendido anteriormente además de 50 dólares en propina ($32 mil pesos chilenos aproximadamente).

“Saludos, dependiente de Starbucks. Ayer tuvimos un encuentro no muy agradable. No fue tu culpa en absoluto: te habías quedado sin soportes para los vasos y dijiste que tú no podías tirar a la basura mi vaso vacío. Yo no fui nada comprensiva y las formas fueron demasiado bruscas”, indica la nota, según consignó The Huffingtonpost.

Agregó que “necesito disculparme. No quiero ser la clase de persona que trata a los demás con esa falta de amabilidad. No quiero dar esa imagen ni ante ti ni ante mí misma”

En la carta Debbie también rescata el hecho de que sea un joven que trabaja para tener un mejor futuro.

“Eres un chico joven y estás trabajando y esforzándote por labrarte un futuro y deberías recibir elogios. Sigue con esa actitud de ánimo y esperanza. Sigue siendo así independientemente de la gente que se te cruce en el camino. Seguro que el destino te depara grandes cosas”.

Finalmente la mujer aseguró que “le has dado a esta mujer una importante lección de amabilidad, compasión y humildad”.