La felicidad de haber dado a luz a su segundo hijo se derrumbó para Kim McConnell (31) tras enterarse a dos horas de su parto que tenía un cáncer terminal.

La joven australiana había sentido unos extraños síntomas hace unos meses, sin embargo, no podía hacerse ningún tipo de examen debido a su embarazo. Es por eso que tras terminar su trabajo de parto, el médico inmediatamente le hizo un escáner para saber qué era lo que estaba ocasionando los malestares.

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Los resultados fueron devastadores, pues revelaron un gran tumor -de 11 centímetros- alrededor de su intestino. “El día siguiente de saber la noticia, me hicieron una cirugía donde removieron gran parte de mi intestino“, señaló la mujer a The Sun.

Además, comenzó con un intensivo tratamiento de quimioterapia y con una especial dieta junto a una nutricionista. Actualmente come 90% de alimentos frescos, jugo de frutas y aceites naturales.

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Cuando a ti te comentan que tienes una enfermedad así, inmediatamente crees que te vas a morir”, expresó, añadiendo que los médicos le dijeron que las hormonas del embarazo ayudaron a que la enfermedad se desarrollara mucho más rápido, ya que normalmente una condición así se tarde normalmente unos diez años.

Sin duda el diagnóstico de cáncer fue doloroso para la familia, sin embargo, nadie pierde la esperanza de que mejorará. Es por eso que sus seres queridos le crearon una página para recaudar fondos para su tratamiento (www.Gofundme.com). “Ella es hermosa, generosa y una genial madre de dos hermosos niños”, dijeron sus amigos. Mientras que Kim finalizó diciendo que “teniendo hijos, la cura es mi única opción“.

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