En Moscú, Rusia, se descubrió una peluquería donde sus estilista trabajaban completamente desnudas. 

La policía local envió a un miembro de encubierto para investigar el lugar, tras varias denuncias de vecinos por el escándalo que provocaban los hombres que llegaban al lugar, afirmó Daily Mail.

Los clientes, que por lo general llegaban ebrios, pagaban alrededor de 70 euros (50 mil pesos) para que señoritas se sacaran la ropa y los atendieran.

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La administradora del local se defendió afirmando que las señoritas atendían sólo a hombres adultos, pero si un niño o mujer llegaba al centro de belleza, los atendían pero con vestimenta.

Lo que aburrió a los vecinos fue que la peluquería estaba ubicada al lado de un centro para niños autistas, el cual frecuentemente era orinado por los hombres ebrios que rondaban el lugar.

Una vez que la policía se infiltró en el lugar fue clausurado para beneficio del sector.