Estamos acostumbrados a ver la ropa de las tiendas expuesta en maniquís delgados y plásticos, cuya forma corporal se parece en poco y nada el del chileno promedio. Pero una famosa tienda británica Whistles decidió llevar esto un poco más allá, despertando la polémica.
Una transeúnte se dio cuenta de que en la vitrina habían puesto unos maniquís con las costillas y clavículas extremadamente marcados, además de brazos delgados, como si se tratara de una modelo que se alimenta mal o de una chica que sufre bulimia o anorexia.
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Las organizaciones contra los desórdenes alimenticios hicieron un llamado a esta tienda a ser más responsable con la imagen que le dan a mujeres y niñas.
“Este estereotipo puede ser extremadamente dañino para algunos y aunque la industria de la moda no causa directamente desórdenes alimentarios, tiene una poderosa y tóxica influencia en algunos jóvenes vulnerables”, afirmó Mary George de la fundación “Beat” en una entrevista al medio británico Daily Mail.
Marg Oaten es la cofundadora de la organización contra los desórdenes alimenticios, SEED, quien agregó que “Promover ropa de esta forma puede ser altamente peligroso para potenciales pacientes de anorexia nerviosa”.
No es la primera vez que un maniquí de tienda de ropa se encuentra en el centro de la polémica. En octubre, acusaron de lo mismo a Topshop, ya que exponían la ropa en maniquís de piernas extremadamente delgadas y para demostrarlo, varias mujeres compararon sus extremidades con la figura.
Su respuesta en ese entonces: “La forma está estilizada para tener más impacto en la tienda y crear un foco visual. Los maniquís están hechos de fibra de vidrio, así que necesitan tener ciertas dimensiones para que la ropa sea puesta y removida. Es por esto que no están diseñados para representar el cuerpo femenino promedio”.
