Visitó a 20 médicos y ninguno logró vislumbrar el grave problema que padecía una mujer inglesa, Julie McCabe de 39 años. Esta madre de dos niños murió trágicamente en noviembre del 2012, luego de hacer algo muy común para otras féminas: teñirse el cabello.

Aunque su muerte ocurrió años atrás, su caso aún se discute en tribunales, como detalla el medio británico Mirror. El problema: Esta había visitado varias veces las consultas de médicos quejándose de hinchazón, urticaria y otras complicaciones, pero nadie fue capaz de ayudarla.

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El mismo día en que cayó en coma, un doctor le prescribió una simple crema, sin percatarse que estaba al borde del shock anafiláctico. Después de aplicarse una tintura marca L’Oreal Recital, esta comenzó a tener graves problemas para respirar, hasta que sufrió una falla cardíaca y daño neurológico.

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Se mantuvo en coma durante más de un año, hasta que su cuerpo no pudo más. Su familia culpa a un compuesto en particular: paraphenylenediamine (PPD). Hoy, su viudo Russel (47) junto a sus dos hijos, Luke (23) y Abigail (18) llegó hasta la corte para pedir compensación monetaria por la grave negligencia.

Fiebre del heno, asma y una evidente alergia a la tintura eran parte de su historial médico, pero aún así, nadie fue capaz de ayudarla. Un médico se defendió: “No necesariamente guardamos (en su reporte) que es alérgica a la tintura, porque no prescribimos tintura para pelo”.

Extrañamente, de los 20 médicos que visitó, nadie le dijo que parara de pintar su pelo. Los expertos advierten que quienes experimenten molestias, paren inmediatamente de usar este compuesto, ya que la reacción va escalando con los años.

Su muerte es la segunda en Reino Unido por este motivo. Mientras, su familia aún lucha por recibir compensación por su precipitada partida.