Quizá muchos no lo recuerden, pero en octubre de 2014 un grave accidente de tránsito se apoderó de las pantallas de distintos noticieros nacionales. Fue en la avenida Salvador Allende de Antofagasta, que un bus sin control arrolló el auto de una joven contadora.

Este choque cambió completamente la vida de esta mujer: “Lamentablemente a un bus se le cortaron los frenos (…) Yo estaba en un semáforo, esperando la luz verde para doblar, y este bus me chocó. No recuerdo nada del accidente”, relató su historia a Primer Plano de Chilevisión.

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“Yo quedé parapléjica irreversiblemente y mi hija quedó con un daño neurológico bastante grave (…) Mi invalidez la puedo enfrentar, pero si se hubiera muerto mi hija, yo no me lo perdono jamás”, fueron las trágicas palabras de esta madre y contadora, quien fue abandonada por su esposo tras el accidente.

Chilevisión
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La joven de 14 años que la acompañaba al momento del impacto, hoy la reconoce y le habla, pero quedó convertida en “una guagüita”, como la describe su madre. Además de ella, tiene otros tres hijos y se tuvo que trasladar a vivir con su madre, debido a su frágil condición económica.

Anita Alvarado, también conocida como “La Geisha Chilena”, decidió dejar la farándula de lado para partir en su ayuda. No sólo viajó hasta Antofagasta para acompañarla y escuchar su historia, sino que también logró que la Ferretería Prat suministrara los materiales para ampliar la casa de su progenitora y así tener su propia pieza.

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La misma alcaldesa del lugar, Karen Rojo, la orientó en su cruzada solidaria, la cual espera que no llegue hasta ahí, ya que aún falta conseguir mucha ayuda más para esta familia. Esta se mostró impactada por su difícil situación y declaró que le extrañaba que no existiera una “caja chica” en las municipalidades para ayudar en estos casos.

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