La escalofriante llamada tuvo como objetivo llamar la atención de su esposo, quien la había amenazada con quitarle la custodia de sus hijos.

Según el hombre, llamado Hellmut Ulin, la mujer de origen africano habría encerrado a tres de sus cuatro hijas y posteriormente los habría quemado en su casa ubicada en Lennik, un pequeño pueblo cerca de Bruselas, Bélgica.

Puedo escuchar sus gritos, pero no voy a hacer nada para salvarlos, le decía la mujer a través del teléfono.

El hombre de 35 años de edad y que trabajaba como capataz en una obra a unos 12 kilómetros del hogar, indicó que su mujer lo obligaba a escuchar los desgarradores gritos de los pequeños, mientras le decía que era mejor que se apurara.

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Será mejor que te des prisa aunque será demasiado tarde para rescatarlos. No van a sobrevivir“, gritaba Thioro Mbow.

La madre habría recibido anteriormente una supuesta carta legal donde se exigía que le entregara la custodia de sus hijos al marido, pero ella se negó rotundamente, afirmando que nunca le entregaría sus hijos a él.

Mientras el padre huyó desesperado hacia su hogar, llamó a una hermana que vivía cerca para que fuera a rescatar a los infantes, sin embargo, cuando llegaron era demasiado tarde, pues solo encontraron tres cadáveres calcinados de sus hijas: Omy de 2 años, Abbygail de 4, y Madyson de 6, de acuerdo a lo que reportó el medio británico Mirror.

Thioro, en tanto, estaba de pie en el jardín y sólo declaraba: “Fueron 10 minutos de gritos y después todo terminó”.

La única que se salvó de esta tragedia, fue la hija mayor de la mujer (producto de una relación anterior) pues se encontraba en la escuela.

Una amiga de la familia, Viviane van Eeckhoudt, que acompañó a la hermana a la escena, señaló: “No había ninguna posibilidad de salvar a los más pequeños. El galpón de la casa estaba lleno de papeles y las llamas eran feroces. Fue una muerte horrible”, agregando: “Cuando vimos a la madre, no había lágrimas en sus ojos y no parecía estar en shock o arrepentida”.