Los besos son una de las tantas formas de expresar amor o cariño, sobre todo en el contexto amoroso, donde suelen significar el comienzo de una historia pasional. Más allá de ese significado social que tiene el beso, este gesto nos aporta múltiples beneficios para nuestra salud física y emocional.

Si bien no existe algo así como una “biblia del besador”, hay algunas nociones básicas que debes tener en cuenta la hora de dar un beso, pues esta práctica esconde varias curiosidades que de seguro recordarás la próxima vez que te aventures en estas ligas.

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El libro “A Compendium of kisses” (un compendio de besos) de la novelista y actriz británica Lana Citron, entrega una serie de datos sobre el beso, y que fueron consignados por el sitio especializado Salud180.

1.- Un buen beso implica el trabajo de todos los músculos faciales, 34 en total, además de otros 134 músculos extras que tienen que ver con la postura del resto del cuerpo.

2.- En los besos con lengua, un solo mililitro de saliva alberga cien millones de bacterias, por lo que supone un intercambio importante, no obstante, la saliva tiene también microbicidas que acaban con la mayor parte de estas bacterias ajenas.

3.- Los labios humanos son muy sensibles e inervados. En la corteza cerebral, que recibe la información de los sentidos, la superficie dedicada a los labios y la lengua es más grande que la de los pies o los genitales.

4.- Según estudios, las personas recuerdan el 90% de las cosas que ocurrieron con sus primeros besos, con mayor detalle y precisión, incluso, que sus primeras relaciones sexuales.

5.- Los besos dejan una huella vívida en la memoria. Un estudio aseguró que el 66% de las mujeres y el 59% de los hombres no empezaron una relación romántica por el desencanto del primer beso.

Cabe señalar, además, que esta práctica es muy buena para combatir el dolor. Mientras más apasionado sea un beso, más endorfinas liberas, por lo que su efecto podría compararse a una pequeña dosis de morfina.