Hasta la persona más solitaria o antisocial ocupa miles de palabras al día, ya sea comentando una noticia en Internet o conversando con un amigo tomando cafecito. Nuestro avanzado lenguaje es lo que nos diferencia del resto de los animales, pero ¿cuántas veces nos hemos preguntado sobre el origen de los términos que ocupamos?

Uno de los más curiosos fue el inicio de la palabra chao, la cual es la versión españolizada de la palabra italiana “ciao”, que en su país de origen es utilizada tanto para saludar como para despedirse de alguien.

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Sus raíces se remontan a la Edad Media en Venecia, la ciudad de las góndolas. En ese entonces se hablaba el véneto, una lengua ya muerta, la cual incorporó el “ciao” como saludo producto de la pronunciación de Schiavo (esclavo) en la zona, como detalla la página Super Curioso.

AFP
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“Schiavo”, provenía de “eslavo”: una antigua etnia del noreste de Europa, los cuales fueron convertidos capturados y esclavizados por los germanos. Estos eran tan valiosos que incluso eran vendidos en la región de Venecia y los utilizaban como mano de obra.

Estos solían decir como cortesía al despedirse o al encontrarse a alguna persona “sono vostro schiavo” (soy su servidor, en español). Luego la expresión se redujo a “vostro schiavo”, hasta simplificarse a “schiavo”, que tras una lenta y prolongada evolución acabó convirtiéndose en el “chao” que le decimos a nuestros amigos y colegas cada día.