Según una investigación de la Universidad de Keele, en el Reino Unido en conjunto con las de Lyon y Saint-Étienne en Francia, el aluminio podría tener implicancias negativas en la fertilidad masculina y recuento de esperma.

Para el estudio,estudio publicado en la revista científica Reproductive Toxicology, se analizó el semen de 62 donantes en una clínica francesa. El experimento determinó que mientras mayor era la cantidad de aluminio en el fluido, menor era la cifra de espermatozoides, lo que plantea un escenario en el que este metal podría ser protagonista.

Al respecto, el doctor Christopher Exley, autor líder del estudio, señaló que los disruptores endocrinos y otros factores ambientales son generalmente responsables del descenso de la fecundidad masculina que se ha registrado durante las últimas décadas.

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La exposición humana al aluminio ha aumentado significativamente (…) y nuestra observación de contaminación significativa de semen masculino por el aluminio, implica a éste como un contribuyente potencial a estos cambios en la fecundidad reproductiva”, afirmó el investigador según consigna la revista norteamericana Time.

Agregó, además, que pese a que aún no está totalmente comprobado, el aluminio podría interrumpir la espermatogénesis, que es la formación de esperma a partir de células madre.

Si bien este estudio es pequeño y reciente, abre una puerta a mayores investigaciones, pues recordemos que el aluminio ya ha sido relacionado con problemas pulmonares, como es el caso de los trabajadores que inhalan grandes cantidades de polvo de este metal, según señala la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos. Incluso se ha asociado al desarrollo del Alzheimer, aunque las investigaciones no han sido concluyentes.

No obstante, más allá de la trascendencia de este estudio, lo cierto es que con una buena alimentación podemos reducir los niveles de aluminio de nuestro organismo, y así evitar cualquier tipo de riesgos. En ese sentido, Raymond Copes, académico de salud ambiental en la Universidad de Toronto, aconseja elegir alimentos alimentos frescos como frutas, verduras y carne magras, agregando que no hay necesidad de entrar en pánico hasta que no exista una investigación más concluyente.