Las chilenas están planificando cada vez más su fertilidad: sólo en el año 2012, un millón 300 mil de ellas se controlaron a través del sistema público. El método preferido, debido a su precio, facilidad de uso y efectividad, es la pastilla anticonceptiva. Pero como cualquier fármaco, puede tener efectos secundarios…

En el portal de salud femenina Women’s Health Magazine consultaron a varios expertos sobre los problemas a los que debemos ponerles ojo mientras utilizamos este anticonceptivo y con cuáles no deberíamos calentarnos la cabeza. Te invitamos a conocerlos:

1.- Los aterradores coágulos
En el año 2013, estas pastillas fueron puestas en la palestra, luego de que 23 mujeres canadienses tuvieran muertes vinculadas a su consumo, específicamente las píldoras Yaz y Yasmin de Bayer.

Pero tal como explicó la obstetra y ginecóloga Mary Jane Minkin a Women’s Health Magazine, “todos los anticonceptivos aumentan ligeramente el riesgo de tener coágulos en la sangre… pero este sigue siendo mucho menor que en el embarazo”, ya que en ambos casos el cuerpo es sometido a altos niveles de estrógeno.

¿Cómo disminuir al mínimo las posibilidades de sufrir este cuadro? Manteniendo un peso saludable, ejercitando regularmente y descartando completamente el tabaco.

Selbe B (cc) | Flickr
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2.- Subir de peso
La ciencia dice que debería ser la menor de tus preocupaciones: los investigadores de la Revisión del Sistema de Datos Cochrane analizaron 49 estudios sobre el tema y no encontraron evidencia de que estas píldoras hicieran subir de peso; pero sí encontraron casos entre mujeres que utilizaron anticonceptivos inyectables, como el Depo-Provera.

Finalmente, los resultados dependerán de tu cuerpo y del tipo de anticonceptivo; por eso es tan importante ir al médico y realizar un chequeo antes de empezar a tomarlo.

Rohit Mattoo (cc) | Flickr
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3.- Cáncer de mamas
Un estudio británico publicado en “Investigación del Cáncer” descubrió que las mujeres que utilizaban anticonceptivos con altas dosis de estrógeno tenían un mayor riesgo de sufrir de cáncer de senos. Eso sí, el mismo estudio aclara que aquellas que utilizan distintas fórmulas, no tienen el mismo problema.

¿Quiénes deben preocuparse? Mujeres adultas que nunca han tenido hijos, aquellas que toman pastillas de las primeras generaciones y mujeres con más de 50 años. Todas estas pueden consultar con su médico por una alternativa sin hormonas.

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4.- Depresión
Hay estudios contradictorios en esta área. Mientras una investigación publicada en la Revista Americana de Epidemiología dice que las mujeres que utilizan este método tienen menos síntomas depresivos, la doctora Minkin aclaró que la presencia de progesterona en estas píldoras sí puede provocar variaciones en el ánimo, pero que sólo algunas mujeres son susceptibles.

Su recomendación: no tener miedo a probarla y si se nota una baja de energía, conversar con el médico para probar un anticonceptivo con diferente fórmula.

Canonsnapper (cc) | Flickr
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5.- Baja libido
Según la ginecóloga Alyssa Dweck para Women’s Health Magazine, algunas mujeres sí reportan una menor libido o capacidad de tener orgasmos al estar tomando estas píldoras. Pero en cambio, otras se sienten tan relajadas -al saber que no quedarán embarazadas de manera accidental- que andan más “prendidas”.

6.- Piedras en la vesícula
No importa si tomas anticonceptivos de primera o de última generación: estos siempre acarrean el riesgo de sufrir cálculos en la vesícula, tal como demostró un estudio de la Asociación Médica de Canadá. Las hormonas artificiales presentes en las pastillas aumentan el colesterol en la sangre, el cual se puede acumular en este órgano formando piedras.