Entrar a una carrera de la educación superior puede ser un quebradero de cabeza de principio a final: como si no fuera suficiente tener que sobrevivir a la PSU y mantener buenas notas durante toda la enseñanza media, después hay que soportar los famosos “ramos cortacabezas”, prácticas profesionales explotadoras, profesores que se creen dictadores y las eternas colas para pagar el arancel en 24 cuotas.

Y si pensamos que estos problemas nos acompañan por un mínimo de 3 años y que pueden extenderse hasta la década, es para volverse loco. Es por eso que el portal científico Live Science nos invita a conocer los efectos que tiene estudiar una carrera de la educación superior en nuestra salud… y las ventajas, una vez que egresamos.

1.- El más obvio: Estrés
Cada vez son más los planteles que deben dictar charlas de manejo del estrés a sus colapsados alumnos y que se les hacen pocos los terapeutas, especialmente en época de exámenes. El peso de los certámenes importantes, problemas de organización y el miedo al fracaso son algunos de los factores por los que podrías caer en este cuadro.

Si no lo tratas a tiempo provoca aumento de peso, pérdida del cabello, acné, depresión y enfermedades cardíacas. El consejo: acudir a terapia cuando sea necesario, beber mucha agua y realizar actividad física para controlar el exceso de adrenalina.

Mike Hoff (cc) | Flickr
Mike Hoff (cc) | Flickr

2.- Aumenta el consumo del alcohol
Los videos de universitarios reventados en fiestas mechonas son un clásico de marzo; sean imágenes graciosas o desastrosas, la tónica se repite a lo largo de todo el año. Por eso, los estudiantes de la carrera de Nutrición y Dietética del Instituto Profesional ENAC investigaron sobre el tema en 2009; tras realizar una consulta sobre hábitos de salud, concluyeron que el 81% de los alumnos de educación superior bebían alcohol.

Abusar de este puede tener consecuencias negativas donde menos lo piensas: la materia blanca y gris de tu cerebro. Además te expone a accidentes, abuso sexual y a la pérdida de la carrera; así que el llamado es a pasarla bien, pero moderándose.

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3.- Depresión
En nuestro país, el 17,5% de los chilenos sobre 15 años sufre depresión. Esta condición puede llevar al abuso de sustancias, mal rendimiento y tendencias suicidas. ¿Cómo evitarlo? Hablar, hablar y hablar: tanto como con el terapeuta, como con la familia y amigos. Y claro, aceptar los medicamentos u otros tipos de tratamientos cuando se hacen necesarios.

4.- Subidas de peso
Ver al hermano o amigo partir a la universidad y verlo volver con 5 kilos más se ha vuelto algo “típico chileno”. Mudarse a otra ciudad, la falta de dinero y enfrentar una nueva rutina puede llevarnos a consumir comida poco saludable; además, tu cuerpo extrañará las clases de Educación Física del colegio.

La doctora Berta Schnettler de la Universidad de La Frontera sondeó a los estudiantes y sus hábitos, para dividirlos en tipologías: la más numerosa (53.8%) mostró baja preocupación por la dieta y por las fluctuaciones de peso. Si quieres escapar de este grupo y no ir rodando a recibir tu título, aléjate de la barata comida chatarra, vuelve a comer con sabiduría de abuelita y retoma la actividad física.

Rohit Mattoo (cc) | Flickr
Rohit Mattoo (cc) | Flickr

5.- Enfermedades de trasmisión sexual
Según Paulina Díaz, matrona del Centro Médico de la Universidad de Santiago, los problemas que más se observan entre los universitarios son los herpes genitales y el virus del papiloma humano (VPH). En menor número también se dan enfermedades como gonorrea, cáncer, SIDA o sífilis.

Para salir de la universidad con el “historial limpio”, recuerda siempre tener el preservativo a mano, controlarte regularmente y recurrir inmediatamente al especialista apenas sientas molestias.

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6.- Falta de sueño
Ver a los jóvenes “pasando de largo”, para lograr estudiar toda la materia de un certamen en una noche, se ha vuelto común. El problema de este mal hábito es que puede llevar al abuso de sustancias (como cafeína y modafinilo) y afecta directamente la salud física y mental de la persona.

Así que lo ideal es cronometrar y organizar mejor las sesiones de estudio, para no sacrificar el cuerpo y alma cada vez que haya una evaluación (porque tendrás cientos).

7.- El lado positivo
Si ya te embarcaste en la aventura de aprender, te contamos que lo mejor vendrá a futuro: mayores niveles de educación son proporcionales a una mejor salud, debido a que el éxito económico y la estabilidad aportan a tu calidad de vida.

También se reduce el riesgo de sufrir obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes, debido a que hay una mayor información sobre estos temas. Así que sigue nuestros consejos para sobrevivir a la búsqueda del cartón y poder convertirte pronto en un profesional (medianamente) saludable y feliz.