¿Servirá de algo utilizarlo o sólo estará prolongando tu problema?

En medio de las fuertes medidas antitabaco implementadas desde 2013, aparecieron estos productos salvavidas, que prometían ayudar al ex fumador con ataque de ansiedad a mitad del bar. Aunque en nuestro país aun son un producto “novedoso”, ya están ampliamente difundidos en el mundo.

Según un informe de Euromonitor Internacional, las ventas del año 2012 superaron los 2 billones de dólares alrededor del globo, siendo Estados Unidos, Rusia y Alemania sus mayores compradores. Por eso no es tan extraño ver fotografías de Leonardo DiCaprio o de Sienna Miller utilizando este dispositivo.

¿Pero es realmente útil? En el Huffington Post nos develaron algunas de las verdades que deberías leer antes de conseguir uno.

1) No son tan nuevos
A pesar de que recién ahora los veas en tiendas o como blanco de reportajes, el primero de todos se comercializó en 2003 en China. Su creador fue el farmacéutico Hon Lik, quien decidió desarrollarlos porque su padre murió de cáncer al pulmón.

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2) Puedes utilizarlos en cualquier lado
La Ley del Tabaco no considera este tipo de cigarros entre sus fiscalizaciones, por lo que deberías poder prenderlo donde se te antoje. La prohibición está circunscrita a los productos elaborados por hojas de tabaco y destinados a ser fumados, chupados, masticados o aspirados: como los cigarros electrónicos contienen nicotina pura y emiten una especie de vapor de agua, quedan fuera.

En países como Estados Unidos no está permitido usarlos en lugares públicos, mientras que en Austria lo consideran un dispositivo médico.

 Joseph Morris (cc) | Flickr

Joseph Morris (cc) | Flickr

3) Contiene sustancias cancerígenas
Hay demasiadas marcas de cigarrillos electrónicos, por lo que varía su composición y efectos. Pero las sustancias que siempre están presentes en todos son el agua destilada y la glicerina vegetal, así como el propilenglicol y las nitrosaminas, que son las dos sustancias catalogadas como cancerígenas.

También, muchos cigarros liberan el dietilenglicol (componente de los anticongelante de autos), por lo que no podemos decir que sólo emiten vapor de agua.

4) Produce problemas respiratorios
A pesar de que es un producto relativamente reciente, ya se han reportado dos casos de neumonía sufridas por usuarios de este producto: uno ocurrió en España, mientras que el primer caso fue reportado por la revista científica Chest.

La Sociedad Americana de Neumólogos hizo hincapié en sus efectos, ya que se demostró que aumenta la resistencia bronquial; es decir, el bronquio disminuye de tamaño y entra una menor cantidad de aire en los pulmones.

5) No ayuda a dejar de fumar
La mayoría de las personas que compran este dispositivo buscan dejar de fumar, pero la Organización Mundial de la Salud advirtió en 2011 que no hay evidencia que lo demuestre.

Además, la revista The Lancet publicó una investigación con resultados poco alentadores: de una muestra de 657 personas, sólo el 7,3% de los usuarios dejó de fumar gracias a estos aparatos. Lo que sí logra es reducir el consumo de tabaco convencional, pero la nicotina sigue presente en la vida de sus compradores.

6) No se conocen sus efectos en fumadores pasivos
Si recién se empiezan a descubrir los efectos de “vapear” en los usuarios, queda claro que se sabe poco y nada sobre las consecuencias que tendría en quienes reciben el humo de segunda mano… por lo que quizá querrás apartarte de un e-cigarro hasta tener alguna certeza de lo que ocurrirá.