Daniel Decu, de 24 años, sabía de su enfermedad, sin embargo lo mantuvo en secreto para no espantar a sus conquistas. Tras su muerte, 40 de ellas se enteraron de su padecimiento y comenzaron a realizarse exámenes. Dos de ellas habían contraído el VIH.
Recién, tras los resultados de la autopsia, las ‘viudas’ supieron de la terrible afección del difunto, y como era de esperar, entraron en un pánico generalizado.
La madre de Decu era una de las personas que conocía el delicado estado de salud de su hijo, y como este ya está muerto, ella y otros miembros de su familia podrían pagar los platos rotos y enfrentarse a un juicio por ocultar esa vital información, según consigna el diario británico, Daily Mail.
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“La madre del muchacho tiene la culpa de la terrible situación en la que nos encontramos”, señaló al medio inglés, el alcalde de la localidad rumana donde residía este muchacho, Nicolae Popa.
De igual forma, el doctor que trataba a Decu, Cornel Stanciu, intentó hacer pública la enfermedad de Daniel cuando se enteró que mantenía relaciones sexuales con su hija, sin embargo, desistió de ventilar la información a los cuatro vientos cuando la propia madre del aludido lo amenazó con demandarlo.
Por desgracia, de las 40 mujeres que sucumbieron a los encantos del ahora difunto -y que ya se han realizados exámenes de rigor para descartar el virus en su organismo-, dos de ellas fueron diagnosticadas de VIH.
