Los nutricionistas parecen tener serios problemas poniéndose de acuerdo en qué debe consumir la gente: la copa de vino al almuerzo y el sabroso salmón son algunos de los alimentos que ahora están en la palestra.

Primero nos dicen que comer un rico huevo a la paila es malo, porque sube el colesterol. Pero al par de años, los nutricionistas se desdicen e invitan a desayunar dos huevos al día. Lo mismo ocurrió con la carne de cerdo y la mantequilla, lo que provocó que muchas personas se aburrieran y decidieran alimentarse con “sabiduría de abuela”.

Este problema fue reflejado en una investigación de Rebekah Nagler, profesora de la Universidad de Minessota. Ella encuestó a 631 adultos, de los cuales, un 71% dijo que existía un moderado o alto nivel de información nutricional contradictoria en los medios. Nagler concluyó que estas señales confusas provocan que la gente se harte de las recomendaciones y empiece a ignorarlas.

A pesar de sus resultados, los estudios científicos en conflicto suman y siguen, como relatan en ABC News; por eso, les dejamos la lista de las 6 comidas que podrían ser su salvación… o la piedra de su tumba.

1) Café

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Esta bebida tan reconfortante en el invierno es objeto común de investigaciones, todas con resultados diferentes, como detallan en The Huffington Post. Por un lado, nos dicen que el consumo de café disminuye el riesgo de Alzhaimer, Parkinson, diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón.

Pero por el otro, se demuestra que incrementa el riesgo de problemas gastrointestinales y anemia. El doctor John Berardi, fundador de Precision Nutrition, afirma que sí es una buena fuente de antioxidantes y que tiene compuestos bioactivos que ayudan en nuestro rendimiento mental y atlético, además de evitar que suframos las enfermedades antes mencionadas. Pero también existen personas que no toleran bien sus componentes, por lo que sus beneficios variarán según la genética de cada uno. Su consejo: “Escucha a tu cuerpo”.

2) Vino tinto

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Los científicos nos han dicho que beber vino con moderación ayuda a proteger el corazón, reducir el colesterol malo y prevenir coágulos. Esto se debe a la presencia de flavonoides (pigmentos naturales de las frutas) y de taninos (una sustancia química presente en la piel y pepas de la uva), ambos con propiedades antioxidantes.

Pero como explican en el portal BBC News, también han hecho descubrimientos negativos: en 2012, el Centro para Adicciones y Salud Mental del Reino Unido cuestionó sus beneficios, especialmente en las mujeres, porque incrementa el riesgo de contraer cáncer de mamas. Así que disfrutar o no disfrutar de una copita a la hora del almuerzo, queda en sus manos… pero puede acompañarla de una mamografía, por si las moscas.

3) Jugo de naranja

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Durante años fue alabado por sus altos contenidos de vitamina C y fibra. Hasta que los científicos se volvieron en su contra e incluso dijeron que “era peor que tomar bebidas de fantasía”, como detallan en CBS News. Pero no se preocupen: se refieren al jugo de naranja envasado, el cual está lleno de colorantes y azúcar. Lo mejor es volver a lo natural y obtener vitamina C de la fruta recién exprimida.

4) Soja

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Muchos artículos científicos le adjudican múltiples beneficios a esta semilla: se dice que protege el corazón, previene el cáncer de próstata, disminuye el colesterol malo y ayuda a las mujeres con los “bochornos” de la menopausia, entre una larga lista de virtudes

Pero también hay una avalancha de estudios anti-soja: el Dr. Joseph Mercola relacionó su consumo con la infertilidad masculina, el cáncer de mamas y el hipotiroidismo; esto se debe a que contiene altas cantidades de hormonas vegetales. Por eso, no se recomienda dar soja a niños ni personas con problemas a la tiroides. Si no estás entre estos dos grupos, tienes libertad de escoger si quieres consumirla o no.

5) Té

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Los bebedores también han sido tapados en información contradictoria. Por un lado, un estudio japonés descubrió que el té disminuía el riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Pero en 2012, la Universidad de Glasgow dijo que los hombres que lo bebían mucho podrían desarrollar cáncer de próstata.

Otro estudio de la Revista Británica de Medicina dijo que su consumo en exceso produciría cáncer de esófago. En resumen: nada hace bien en exceso.

6) Salmón

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Las opiniones sobre el salmón son muy variadas. Por un lado, se recomienda comerlo por sus altas cantidades de hierro, niacina, omega 3 y vitamina B-12. Pero un artículo de PETA, la ONG de defensa animal, deja el consumo de salmón por los suelos, debido a los altos índices de químicos que contienen, como arsénico, PCB’s, mercurio y plomo.

Estos pescaditos (tanto de granja como los salvajes) se exponen a estos tóxicos que circulan libremente en el océano y los almacenan en sus tejidos; al consumirlos, nos exponemos a una serie de enfermedades al sistema nervioso. Pero por otro lado, un estudio chino demostró que comer salmón regularmente previene el cáncer de mama. ¿A quién creerle?