Ya sea porque crees en el consumo responsable, porque te interesa ser más amigable con el medio ambiente, o porque quieres ahorrar un par de “lucas”, en la actualidad existen varias iniciativas para ayudarte en tu propósito, ya sea a través de organizaciones no gubernamentales o por tus propios medios.

En este sentido, el portal español especializado en el mundo del consumo, Eroski Consumer, provee de una serie de alternativas, de las cuáles Página 7 aterrizó cuatro que son más simples de desarrollar en suelo nacional:

1.- Compartir transporte: Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el parque automotriz sobrepasó los 4 millones 200 mil vehículos el 2013, registrando un aumento de casi 300 mil vehículos por año. En muchos casos, el piloto es el único viajero, entonces ¿por qué no compartir los puestos restantes? Puedes ahorrar combustible, estacionamiento, y al mismo tiempo darle un respiro a la capa de ozono.

Lo ideal es que lo practiques con gente de confianza o que conozcas, como algún vecino o colega del trabajo que viva relativamente cerca tuyo. Si no tienes esa opción, existe “Nosfuimos.cl”, un sitio web donde puedes registrarte (previa invitación que debes conseguir vía Facebook), buscar y publicar los viajes que necesites realizar, seas peatón o piloto. Puedes encontrar recorridos diarios urbanos y también entre regiones.

2.- Reutilización y venta/regalo de objetos: Todos hemos tenido más de un “cachureo” en la casa y nos hacemos los tontos hasta que nos ocupa espacio o sencillamente se convierte en basura para ti, pero no necesariamente para otros. Existen varias organizaciones o comunidades que pueden orientarte en esto, como parroquias de barrio o juntas de vecinos, sin embargo, si estás si estás “corto de plata”, es buena idea averiguar sobre ferias libres donde puedas vender algunas cosas simples como objetos pequeños o ropa.

Si eres de Santiago, Talca, Concepción, o Temuco, tienes a los “Traperos de Emaus”, una institución sin fines de lucro que va directamente a tu hogar a retirar lo que desees donar (siempre y cuando pueda ser reutilizado, no reciben basura de ningún tipo) y ellos lo reparan, y lo ofrecen a aquellos que no tienen los medios para costear un producto nuevo.

También puedes convertirte en el propio reutilizador de tus “desechos”, en internet puedes encontrar un montón de páginas que te enseñan a crear diversos objetos con materiales tan simples como botellas plásticas o cajas tetrapack.

3.- Huertos urbanos: Hace años que la industria inmobiliaria no escatima en la construcción de edificios, reduciendo al mínimo, en algunas ciudades de nuestro país, las áreas verdes. Es por ello que frente a este gris escenario es importante recuperar o crear algunos espacios para llevar un poco de tierra a lugares dominados por el cemento. Huertos o invernaderos urbanos que puedes desarrollar en pequeños espacios, son una buena alternativa para consumir productos frescos, sin químicos y ahorrar dinero.

4.- Coworking: Este sistema que se viene desarrollando hace más de cinco años en el mundo, y que hoy está en auge en nuestro país, propone una forma de trabajo colaborativo ideal para profesionales independientes y/o emprendedores, que pueden pertenecer o no al mismo sector productivo. Es un espacio abierto y dinámico que permite compartir desde un computador hasta una sala de reuniones, generando comunidad y redes de apoyo. Su uso puede ir desde horas diarias hasta meses, suponiendo un ahorro para aquellos que se mueven más libremente.