Las redes sociales se han transformado en verdaderos diarios de vida interactivos, donde publicamos mensajes, fotos de nuestros mejores momentos y videos, lo que no tiene nada de malo. Pero abusar y dar a conocer absolutamente todo nuestro quehacer, puede ser signo de que algo anda mal contigo.

La verdad, es que a bien poca gente le importa lo que estás comiendo, mucho menos interesa si tu relación es puro amor y felicidad a cada segundo. Aquella persona que está a cada rato subiendo imágenes de su pololeo perfecto, tiene que medirse, ya que esta actividad se está volviendo muy impopular y refleja algunos rasgos negativos.

Así lo demuestra una investigación realizada por la Universidad de Albright en Estados Unidos y recogida por la revista dedicada a temas femeninos, Women’s Health.

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El estudio consistió en consultar a jóvenes enamorados sobre “el nivel de satisfacción de su relación” y que utilizan la red social para ventilar su amorío a los cuatro vientos. El resultado, “aquellos que están más satisfechos con su relación tienden más a usar Facebook para compartir fotos, detalles sobre su relación y comentarios afectuosos en el muro de su pareja”.

Lo anterior es un arma de doble filo, ya que por una parte es bueno tener una pareja con quien poder intercambiar afecto, pero por otro lado “compartir demasiado sobre nuestra historia de amor también demuestra que tenemos un alto grado de dependencia en nuestra relación, lo que básicamente significa que la confianza de la persona está muy ligada a su estado emocional”.

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Lo anterior se asocia a personas inseguras y manipuladoras que suelen llenar el inicio de Facebook con fotos y mensajes dirigidos a su pareja, como una forma de controlar la actividad del otro en todo momento. De igual forma, esta clase de publicaciones repetitivas son las que menos “me gusta” consiguen en la web.

Finalmente, los investigadores entregaron una serie de consejos que guardan relación con preocuparte más de ti mismo y no darle tanta cabida a tu pololo o polola, para que el golpe no sea tan duro si tu relación termina abruptamente.