Desde la medianoche del sábado 6, sentirás que te falta tiempo: cuando el reloj marque las 0:00 horas, habrá que dejarlo marcando la 01:00. Ideal para los que trabajan al día siguiente y en el primer turno de la mañana.

Aunque a muchos les cargue, la costumbre de tener un horario en invierno y otro en verano comenzó en 1974, año en que ocurrió la primera crisis del petróleo. Este complicado escenario llevó a que muchos países modificaran sus relojes para aprovechar mejor el sol y así consumir menos electricidad.

Hasta hoy, significa un buen ahorro de dinero y energía para las naciones, pero a nivel fisiológico afecta a las personas, así que no te extrañes si andas muy cansado en la primera semana.

Según Ricardo Martínez, investigador del Instituto Cajal de Neurociencias de España, esta medida nos obliga a adaptarnos a un nuevo ritmo, por lo que “la sensación que nos deja es parecida al ‘jet lag’ pero más liviano. Al individuo le cuesta conciliar el sueño, sobre todo a niños y ancianos”, explicó para el portal noticioso ABC España.

Fatiga, cansancio y alteración en las horas de la comida pueden ser algunos de los problemas que experimentaremos los chilenos. Pero no se preocupen, porque “lo habitual es que en tres días el ser humano se haya adaptado al cambio”, señaló este investigador.

¿Por qué ocurre esto? Porque cambia la cantidad de horas de luz que vemos diariamente, lo cual produce alteraciones neurohormonales. El cerebro debe readaptarse a esta modificación, pero tampoco tarda tanto.

¿A quiénes les afectará más? Niños y mayores de 50 años, ya que sus cerebros son más sensibles y pueden tardar hasta un mes en acostumbrarse. También a quienes sufren cefaleas, epilepsia o trastornos del sueño, lo cual los llevará a andar más irritables y con poca energía.

Para mitigar el problema, les dejamos un par de consejos:

1.- Evitar las siestas en el día, por muy cansado que se ande: esto ayudará a que durmamos más temprano y así el sueño se regule.

2.- Mantener horarios fijos para acostarse y levantarse de acuerdo al estilo de vida de las personas.

3.- Reordenar los horarios de los niños. Una buena idea es hacerlo de manera gradual durante el fin de semana.

4.- No abusar de fármacos. Lo natural es buena alternativa, como la clásica agüita de toronjil.