Adoptar o comprar un cachorro puede ser una gran experiencia para sus dueños, como también puede volverse una pesadilla, sobre todo si son “padres” primerizos y no saben cómo educar al recién llegado. Normas básicas de obediencia y comportamiento son fundamentales de inculcar los primeros meses, de este modo el animal logrará adaptarse más rápido a su nuevo entorno.

El medio Eroski Consumer, de la fundación homónima, compartió un pequeño listado de tareas que aunque requieren de mucha dedicación y perseverancia, pueden ser la clave para los novatos que se han aventurado a compartir su hogar con una mascota.

1. Acostumbrar al cachorro a estar sin sus dueños: Si usted trabaja fuera de casa o tiene que ausentarse en algún momento, el perro debe saber comportarse en soledad, por lo que la web recomienda, a través de un experto en educación canina, Gregorio Sánchez, dejar al perro durante tres horas en una habitación donde se encuentre cómodo, con una cama, agua y comida. Insiste en que nadie debe entrar a la pieza durante ese tiempo, aunque la mascota ladre o llore. Comenta que los premios y felicitaciones deben tener lugar cuando el perro muestre un comportamiento tranquilo, para no reforzar su ansiedad.

2. Pautas básicas de obediencia: Se debe conseguir que el cachorro entienda las palabras “sí” y “no”. Es decir, prohibirles ciertos actos con un “no” de forma firme, pero sin gritar. Estas órdenes tienen que ser coherentes en el tiempo. De otra manera, no entenderá lo que se espera de él.

3. La socialización de la mascota para evitar malas conductas: El contacto con todo tipo de animales, así como con personas desconocidas, es fundamental en la socialización del perro. Asimismo, aseguran que es particularmente importante para los casos de “cachorros que han sido adoptados y que no hayan tenido el suficiente contacto con su madre y hermanos”. Viajes, paseos y juegos en la calle con sus pares son de gran ayuda, al mismo tiempo que le permite aprender a convivir en un entorno propio de una ciudad, como el tráfico o aglomeraciones de personas.

4. Lo que se debe y no hacer con el animal: Los juegos con el cachorro permiten estrechar lazos emocionales entre él y sus dueños. Sin embargo, los juegos de provocación no son recomendables, sobre todo si el perro tiene un carácter dominante, asegura Sánchez. Estas prácticas positivas contribuyen a desarrollar su sentido de la obediencia de una manera divertida.