El 23 de enero pasado, Ingrid Aceitón hizo una breve publicación en Instagram para dar a conocer una lamentable noticia. La modelo tenía específicamente 31 semanas de gestación cuando perdió a su hija Alice, a quien esperaba junto a su pareja, Guillermo Jelvez.
Desde entonces, ha recibido diversas muestras de cariño y apoyo de parte de sus seguidores, a quienes agradeció en una entrevista que dio en marzo a Las Últimas Noticias.
“Me han dado mucho cariño; recibo muchos mensajes de mamás que les ha pasado algo similar, entonces a momentos una no se siente tan sola”, dijo en esa oportunidad, donde además reconoció tener la esperanza de volver a embarazarse más adelante.
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Si bien la joven de 27 años ha tratado de retomar sus actividades -promocionando productos y emprendimientos en sus redes sociales-, lo cierto es que de vez en cuando menciona el tema de la pérdida, revelando cómo trata de llevar su pena paso a paso, como ocurrió a inicios de mes, para el Día de la Madre, fecha en la que compartió una profunda reflexión.
Desesperación
Sin embargo, la jornada del miércoles, la exparticipante de programas como No basta con ser bella o ¿Volverías con tu ex? volvió a alarmar a los usuarios de la web, pues utilizó la sección de Stories para compartir mensajes que reflejaban un fuerte bajón anímico.
“Ya no sé qué hacer. Grito, golpeo… y nada lo entiendo. Maldita desesperación. Me siento tan vacía, diminuta en este estúpido mundo. Ya no puedo más, estoy cansada de todo”, redactó inicialmente.
Y luego añadió: “¿Cómo volver a vivir ‘normal’? ¿Cómo seguir adelante? Ya no sé qué hacer para estar bien. Estoy cansada”.
Luego de esto, hubo algunos seguidores que le hicieron notar su preocupación en su última publicación del feed de Instagram, enviándole ánimo y cariño por todo lo que ha debido enfrentar.
Proceso de duelo
Según señala la Clínica Mayo, la pérdida de un embarazo (sobre todo en una etapa tan avanzadas) cambia a la familia para siempre.
Además, se pueden presentar diversas emociones, como negación, culpa, ira, depresión, envidia y hasta anhelo.
El duelo, advierten, lleva tiempo. Durante el proceso, algunas emociones pueden pasar rápidamente, mientras que otras permanecen, y también es posible atravesar algún revés, como sentir ira nuevamente, incluso cuando se creía haber superado estos sentimientos.
