Vamos a cumplir casi un año del primer caso de coronavirus en nuestro país, y desde entonces a la fecha han fallecido más de 20 mil personas por causas asociadas al COVID-19.

En tanto, hace meses que los contagios diarios no bajan de los tres mil casos y las camas disponibles en unidads de cuidados intensivos son cerca de 200 a nivel nacional.

Claro que estas cifras que -utilizando el sentido común- deberían mantenernos aún alerta frente al virus, parecen no decirle mucho a quienes este sábado organizaron y fueron parte de una iniciativa -promocionada con tintes culturales y benéficos- llamada “Mapocho bailable” y cuyo origen se remonta a cinco años atrás.

La consigna es bien simple: bailar al ritmo de la electrónica al borde del río Mapocho, como una forma de “recuperar los espacios públicos” que han ido quedando en el olvido, o así al menos lo comentó su organizador por el 2018.

No obstante, las condiciones en que hace cinco o seis años atrás se realizaban estos jolgorios son claramente distintas a las de hoy. Sin contar, además, que en distintas zonas de la ribera, viven personas en situación de calle que ya hicieron suyo ese lugar mucho antes que un grupo de jóvenes llegaran con parlantes, tornamesas y cervezas.

Los registros que circulan en Twitter muestran a los asistentes bailando sin sus mascarillas, bebiendo alcohol y sin distancia social, por lo que rápidamente se viralizaron y las críticas de usuarios de esta plataforma no tardaron en llegar.

Organizar un evento masivo -con límite de 100 personas según la organización- y cuyo único requerimiento era llevar un alimento no perecible para donarlo a alguna caridad, además de la falta de empatía, fue lo que enojó a varios internautas que no dudaron en plasmar sus comentarios.

Revisa a continuación algunas reacciones.