La cantante ha sido fuertemente cuestionada por diversas organizaciones animalistas a partir de una fotografía que se tomó junto a su hija y esposo, Jay Z, con un tigre en cautiverio.
La familia se encuentra de vacaciones en Tailandia y constantemente han publicado en redes imágenes de sus diversos paseos, y esta vez fueron fotografiados con un pequeño tigre de bengala que bebía leche de un biberón.
La imagen fue subida el pasado 2 de enero a una cuenta de Instagram de la artista creada por fanáticos, e inmediatamente llamó la atención de diversos medios y organizaciones vinculadas a los derechos de los animales, informó el Daily Mail.
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El animal está encerrado en el parque temático FantaSea, en la provincia tailandesa de Phuket, y es por eso que ha sido tan criticada, pues se acusa a la pareja de fomentar la crueldad animal.
En la instantánea se puede apreciar a Beyoncé y a Blue Ivy usando un par de tradicionales tiaras junto a unos aretes de oro.
Respecto a las críticas, el Dr. Jan Schmidt-Burbach, de la asociación World Animal Protection, lanzó un comunicado donde asegura que “un tigre no es una cosa para jugar“, y que “su salud y bienestar no debería sacrificarse en beneficio de una fotografía“.
“Muchos turistas contribuyen involuntariamente al sufrimiento de animales salvajes como éstos“, comenta, agregando que ellos (Beyoncé y compañía) no se dan cuenta que una “inocente” fotografía “significa una vida de miseria para ese animal”.
El experto asegura que los tigres usados para estas fotos son a menudo encerrados en pequeñas jaulas o encadenados al suelo por periodos muy largos de tiempo, y que son separados de sus madres para ser alimentados artificialmente por turistas.
Cabe señalar que la imagen no ha sido posteada en la cuenta oficial de la cantante así como ha publicado otras imágenes de su viaje. Tampoco se ha referido a las críticas.
