Hace cuatro años Thomas Dixon sufrió un grave accidente que casi le cuesta la vida, pero que finalmente lo hizo perder su memorio episódica. Es decir, la capacidad de recordar detalladamente su día a día. Dónde estuvo, con quién compartió un café o qué salió a comer el día anterior pueden desaparecer de su mente rápidamente.
“Siempre tengo claro de qué hablo y con quién estoy en el momento. Es sólo que no sé lo que ocurrió ayer o anteayer. Mi memoria episódica declarativa está muerta”, declaró este a la revista Fast Company Labs.
Dixon no es el típico paciente que sufre esta condición: tiene un coeficiente intelectual alto y está titulado de psicología educacional, es por eso que tuvo que ser creativo para poder apoyar las partes de su cerebro que presentan problemas.
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La red social Twitter se convirtió en su salvadora, donde registra en una cuenta privada lo que hace diariamente y que probablemente no recordará al despertar al día siguiente. Incluso ha escrito sobre su vida sexual… pero en coreano, para que nadie en la calle lo vea anotando detalles tan íntimos.
A la fecha, Dixon ha escritos más de 22 mil tuits y hasta se dedica a analizarlos en profundidad: “Tengo simultáneamente la peor y mejor memoria que todas las personas que he conocido”, explicó Dixon a este portal tecnológico.
Su día parte descargando su archivo personal de Twitter para revisarlo en detalle en plantillas de Excel, descubriendo así que ha ido 234 veces al gimnasio o ha tomado café en un local unas 240 veces. Él denomina este proceso como “periodismo extremo”, ya que se ha vuelto una herramienta fundamental en su vida.
Twitter no es la única aplicación a la que recurre: el calendario de su iPhone y los mails que recibe en su bandeja de Gmail le sirven como recordatorio o como un borrador para escribir pensamientos más extensos.
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Actualmente, este hombre trabaja en una aplicación que fusione las tres plataformas mencionadas (mail, calendario y anotaciones cortas de Twitter) en un solo programa que sea fácil de utilizar y esté dirigido a quienes sufren problemas de memoria. De momento sólo tiene el borrador y empiezan a perfilarse los detalles técnicos.
“Realmente quiero saber lo que ha ocurrido en mi vida, pues eso es lo que el accidente me quitó: Contexto. La habilidad de recordar los eventos de mi vida. Por qué fui a algún lugar. Todo eso. Esta forma de enfrentarme al problema básicamente me creó la sensación que no está todo perdido en mi vida”, puntualizó.
Desde el accidente que este hombre vive del seguro social de discapacidad, ya que a pesar de que sus habilidades permanecen intactas, no puede encontrar trabajo: “Me ponen un lugar gris. No me contratan porque no recuerdo lo que ocurrió ayer”.
