¿No haces crujir tus manos porque crees que puede darte artritis? ¿Sueles decir que donde cayó un rayo no volverá a ocurrir de nuevo? Entonces deberías revisar este listado.

Parten como frases de la sabiduría popular o quizá por los resultados de antiguas investigaciones. Pero ya estamos a 2014 y muchos de estos “hechos” han sido refutados por la ciencia y aún así la gente los sigue creyendo, tal como señalan en Business Insider. Estos son los principales mitos de la ciencia, con su correspondiente explicación, para que puedas aprender algo que deje a tus amigos con la boca abierta.

1) “Usamos sólo el 10% del cerebro”

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Suele ser una frase frecuente de ver en los libros de motivación. Pero a pesar de que no conocemos a este órgano por completo, es imposible que utilicemos sólo un 10%. ¿Por qué? Porque mantener nuestro cerebro creciendo y funcionando significa un esfuerzo enorme para nuestro metabolismo (ocupa el 20% de la glucosa y oxígeno del cuerpo), además de que pesa sus buenos kilos, entonces ¿para qué tener de sobra?
Por otra parte, ¿han conocido a alguien que tuviera un tumor cerebral que estuviera localizado en “el sector que no se usa”? No, porque no hay enfermedad, traumatismo o herida en la cabeza que no nos deje con alguna secuela: necesitamos cada una de sus conexiones.

2) “Las neuronas no se regeneran”

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Los científicos nos hicieron creer durante mucho tiempo que así ocurría y se volvió la excusa recurrente de muchas madres para prohibir beber y fumar a sus alocados hijos. Pero en 1998, científicos suecos y del Instituto Salk de California descubrieron que era posible que se regeneraran, especialmente en los centros de aprendizaje y memoria. Así que salgan a carretear tranquilos.

3) “Un rayo no cae dos veces en el mismo lugar”

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Imposible. De hecho, hay edificios que son el objetivo favorito de las tormentas eléctricas y esto mismo ha ocurrido con algunas personas. El caso más famoso es el del guardabosques Roy Sullivan, quien fue impactado por un rayo en siete ocasiones distintas y sobrevivió a todas ellas, lo que le dio el apodo de “el pararrayos humano”. Finalmente lo que lo mató no fue la naturaleza, sino que su propia mano: se suicidó de un disparo tras un desengaño amoroso.

4) “El azúcar hace a los niños hiperactivos”

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Sabemos que los niños corren como locos en los cumpleaños, pero no culpen a la torta ni a las bebidas azucaradas: sólo están felices de estar rodeados de amigos. No se ha logrado comprobar que el azúcar produzca hiperactividad, a menos que el chico ya tenga problemas preexistentes con la insulina o desórdenes psiquiátricos. Aun así, el consumo de azúcar debe ser limitado y a lo que se le debe poner más ojo es a la cafeína (presente en la Coca Cola y algunos dulces).

5) “El pelo y las uñas continúan después de muerto”
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Para que esto ocurriera, sería necesario que la persona siguiera comiendo y respirando o sino las células no tendrían con qué realizar sus procesos… y como esto es medio complicado de lograr si se está muerto, entonces es un mito.
El pelo y las uñas pueden lucir como si hubieran crecido en un velatorio, pero esto se debe a que la piel muerta se retrae por falta de humedad, mientras que lo que está hecho de keratina permanece tal cual, creando la ilusión.

6) “Hacer crujir los nudillos da artritis”

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Durante años se creyó que podía producir osteoartritis, hasta que en 1998 el investigador Donald Unger publicó un paper que acabó con el mito. Este científico hizo crujir los nudillos de su mano izquierda durante más de 60 años, dejando su mano derecha en paz; al final del experimento se examinó ambas extremidades y descubrió que no había diferencias entre ellas. Este trabajo lo hizo ganador del Premio Nobel de Medicina en 2009.

7) Los astronautas pueden explotar en el vacío del espacio

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Lo hemos visto en decena de películas de ciencia ficción, pero es sólo eso… ficción. Los humanos pueden sobrevivir breves encuentros con el vacío, siempre y cuando hayan exhalado antes de exponerse; esto evitará que los pulmones colapsen. Lo que sí ocurre si un astronauta se quita el casco es que se quedará sin oxígeno y se asfixiará… así que sigue siendo una mala idea hacerlo.