Sin duda tener una linda sonrisa es uno de los aspectos fundamentales en la belleza y es por eso que muchos optan por las carillas dentales, sobre todo algunos rostros de televisión.

Este tratamiento ha cobrado fuerza durante los últimos años y es por eso que en Página 7 decidimos investigar en qué consiste el procedimiento.

Las carillas partieron hace años como un sistema de rehabilitación en pacientes con daños en sus piezas dentales, ya sea por un trauma o por caries. El implantólogo y cirujano maxilofacial de la Clínica Oral y Facial, Cristian Venables, explicó que “son fundas que cubren la superficie frontal del diente para lograr una mejor estética”.

“Partieron con distintos tipos de materiales, al principio se hacían solamente de resina, de lo mismo que se hacen las tapaduras blancas y después se empezaron a hacer de porcelana”, expresó el odontólogo quien además dijo que en la actualidad existen más de 20 tipos de materiales, por eso depende del tipo de paciente cuál ocupar.

“El cambio que se ha producido en los últimos 10 años es que las carillas pasaron a ser de una alternativa terapéutica para el trauma o funcionamiento del diente, a que hoy se hace principalmente por estética”, aclaró.

Es decir, se trata de pacientes que tienen su dentadura completamente sana, pero que prefieren modificar su sonrisa. En ese sentido, manifestó que ahora existen materiales biocompatibles, “por lo tanto daño no les genera”.

“Nosotros se lo advertimos al paciente, nosotros le advertimos al paciente, que al ponerse carillas se están poniendo algo que no es algo natural y por lo tanto, desde el momento en que hay que hacer un leve desgaste, el paciente asume que le estamos gastando un poquito su diente sano”, indicó.

En ese mismo sentido, Venables acotó que la mayoría las personas que recurren a este procedimiento, es porque sienten que tienen alguna alteración, de forma, color o tamaño.

Sobre el paso del tiempo, aquellas carillas que están hechas de porcelana dura toda la vida, sin embargo, “a medida que van pasado los años, después de 10 o 15 años, las bocas de los pacientes van teniendo cambios, los dientes empiezan a rotarse, se empiezan a mover y es por eso que hay que repetirlas, porque empiezan a perder su efecto estético”.

Pero se trata de un tratamiento que no es para todos, ya que en el mercado el valor de una carilla fluctúa entre los $200 mil hasta los $400 mil. Y generalmente la gente se cambia cuatro o seis, o sea, el frente estético.