Probablemente ni siquiera sabes qué significa Halloween, pero ya estás preparando tu disfraz más aterrador y buscando las mejores travesuras para castigar a aquellos que no te den el ‘dulce’ que estás buscando.

Pero para que realmente te prepares como corresponde, te contaremos un poquito de historia para que te luzcas con estilo.

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En realidad Halloween no es más que la abreviatura de “All Hallows Eve” o la víspera de todos los santos, tal como se diría en hispanoamérica. Sus raíces están vinculadas con la conmemoración celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos, celebrada por los católicos el 1 de noviembre. Se trata en gran parte de un festejo secular, aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso o incluso algo oscuro y vinculado a la hechicería.

En fin, los mitos y leyendas relacionadas a esta celebración son muchos. Desde portales mágicos que permiten el paso de seres malignos hasta calabazas iluminadas para cuidar las almas, son sólo parte de una tradición que comenzó a expandirse en el mundo a partir de la llegada de los irlandeses a Estados Unidos, por allá por la década de 1840. Para 1920 ya era todo un éxito a lo largo y ancho de ese país.

En nuestro país la historia es aún más corta, pero cada vez más popular.

Ya han pasado casi 100 años desde la masificación del clásico “Trato o truco” o “Dulce o travesura” y también de los disfraces de Halloween.

Precisamente un buen disfraz puede abrirte la puerta al éxito en la recolección de dulces, pero los que verás a continuación, son disfraces de principios del siglo XX y que harían que cualquier dueño de casa salga corriendo y deje todas las golosinas a tu disposición.

Los ejemplos son varios, desde demonios y brujas hasta las más extrañas creaciones, forman parte de una colección de antiguas y tenebrosas fotografías captadas en la víspera del “Día de los muertos”, a través de los años.

Lo cierto es que no sabemos por qué ni cómo, pero estos trajes y máscaras dan mucho pero mucho más miedo que los actuales.

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