Los viernes en la noche, los participantes de Gran Hermano tienen la oportunidad de asistir a una entretenida fiesta.

Cada semana hay una temática distinta y ya han tenido de disfraces, en pijama, completada o flúor, lo que ayuda a romper la rutina de los jugadores.

Además, algo que muchos esperan es la comida, el picoteo y también los bebestibles. Como no se pueden llevar nada a la casa, aprovechan de disfrutarlos durante el mismo festejo.

Sin embargo, muchos conflictos, besos e incluso momentos más candentes ocurren durante y después de las celebraciones.

Debido a lo anterior, algunos televidentes sugieren que los concursantes podrían quedar ebrios tras las fiestas.

Pero, ¿cuánto y qué toman realmente? Los más observadores habrán notado que cada uno tiene un gran vaso durante toda la noche y es que es justamente eso es lo que se les permite beber.

El vaso es individual y tiene medio litro de piscola. Además, lleva escrito el nombre de cada uno y no pueden compartirlo con otro compañero.

De hecho, Sebastián ha sido el único en Gran Hermano que se ha bebido el trago de otro compañero, en esa ocasión, de Constanza, quien se lo recriminó y terminó llorando en el dormitorio.