Seis exempleadas acusan a Lizzo de comportamiento sexual inapropiado, después de que la cantante fuera demandada junto a su capitana de baile por “acoso sexual, discriminación y maltrato”, por tres exbailarinas.
Estas nuevas personas que acusan a Lizzo han trabajado con ella en la gira, así como también en su reality show, Lizzo’s Watch Out for the Big Grrrls.
La noticia fue confirmada el miércoles a Page Six, por los abogados que representan la demanda de tres bailarinas.
“Hemos recibido al menos seis consultas de otras personas con historias similares desde que presentamos la denuncia”, dijo Ron Zambrano en un comunicado.
“Noelle, Crystal y Arianna han hablado con valentía y han compartido sus experiencias, abriendo la puerta a que otros se sientan capacitados para hacer lo mismo”, agregó.
“Algunas de las reclamaciones que estamos revisando implican acusaciones de un ambiente cargado sexualmente y de falta de pago a los empleados y pueden ser procesables, pero es demasiado pronto para decirlo”.
La semana pasada, las bailarinas Davis, Williams y Rodriguez acusaron a la cantante de Good As Hell de “acoso sexual, religioso y racial, discriminación por discapacidad, agresión, detención ilegal e interferencia con posibles ventajas económicas”, entre otras alegaciones.
¿Qué hizo Lizzo?
En la demanda presentada por Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodríguez ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, se nombra a Lizzo ―cuyo verdadero nombre es Melissa Jefferson― a la compañía de giras de Lizzo Big Grrrl Big Touring, Inc. (BGBT) y a la capitana de baile Shirlene Quigley.
“La sorprendente forma en que Lizzo y su equipo de gestión trataron a sus artistas parece ir en contra de todo lo que Lizzo defiende públicamente, mientras que en privado avergüenza a sus bailarinas y las degrada de formas que no sólo son ilegales, sino absolutamente desmoralizadoras“, dijo el abogado de las bailarinas.
En la demanda se afirma que las fiestas posteriores a la actuación de Lizzo eran rutinarias y no obligatorias, pero se alega que quienes asistían eran favorecidos por la cantante y tenían mayor seguridad laboral.
En uno de los clubs, Lizzo supuestamente “comenzó a invitar a los miembros del reparto a turnarse para tocar a las artistas desnudas, tomar los consoladores lanzados desde las vaginas de las artistas y comer plátanos que sobresalían de las vaginas de las artistas”, dice la demanda.
“Lizzo dirigió entonces su atención a la Sra. Davis y empezó a presionarla para que tocara los pechos de una de las mujeres desnudas”, indica el documento.
“Los demandantes estaban atónitos por la poca consideración que Lizzo mostraba por la autonomía corporal de sus empleados y de quienes la rodeaban, especialmente en presencia de muchas personas a las que empleaba”, detalla.